08 Septiembre 2023
Los ataques al mobiliario urbano y los daños a los elementos de servicios en la plaza Independencia y en el parque 9 de Julio, entre otros lugares públicos de la capital, vuelven a poner en discusión la orfandad de estrategias para resolver un severo problema. Esto le cuesta al municipio millones de pesos, sin que haya perspectivas claras de que se puede terminar con las agresiones, lo cual no sólo desalienta las iniciativas de mejora estética y funcional, sino que en estos tiempos de fuerte crisis económica genera problemas de mantenimiento y riesgo de que haya elementos que no se puedan reparar o reponer por falta de dinero, o directamente por imposibilidad de conseguir los repuestos.
Los detalles de los daños fueron aportados por el secretario de Obras Públicas municipal. Candados rotos de los gabinetes de energía eléctrica, reiteradas roturas del vidrio que cubre la placa de Marco Avellaneda y robo de las pesadas bases de hierro fundido que están en la base de los árboles tanto en la plaza Independencia como en la Belgrano y en los parques 9 de Julio, Guillermina y Avellaneda. También se rompen los juegos infantiles y a lo largo de 24 cuadras de la avenida Roca se robaron el tendido eléctrico, lo cual implicó un gasto de 5 millones de pesos en materiales de reposición.
Se habla de desaprensión ciudadana, de impacto de la crisis económica profunda que distorsiona valores y también de desidia policial. El secretario municipal dice que la Policía nunca puso el acento en investigar estos hechos de vandalismo o los robos. Dice que hay pocos lugares donde se vende el cobre de los cables robados o el hierro fundido. “Si se investigara, se podría detectar quién las vende, quién las compra, y seguramente que se podría poner presos a los responsables”, aseguró. Al respecto, en las mesas multisectoriales de estudio del vandalismo que se hicieron en los últimos años, se planteó la necesidad de avanzar con las pesquisas policiales y judiciales. Hay quienes dicen que hay menos miedo a cometer delito, porque quienes lo hacen tienen la percepción de que no habrá castigo.
Además se analizó en esa mesa que –como dijo el entonces presidente del colegio de Psicólogos- “el vandalismo combatido únicamente por la Municipalidad, mediante la recomposición de los objetos dañados, no es suficiente para disminuirlo. Tamopoco es suficiente poner agentes de seguridad urbana. Necesitamos incorporar al patrimonio como algo propio y para eso hace falta la escuela”. También concejales han opinado que urge que se lance una campaña de concientización y tratar de tener gente adecuada para el cuidado de esos lugares, tal vez, la Patrulla de Protección Ciudadana, que funcione como el antiguo placero. Convendría reeditar esas mesas y generar estrategias consensuadas entre los distintos sectores para contribuir al cuidado de los espacios públicos, que forman parte de la casa de todos. “Involucrando al ciudadano, a la educación, la seguridad y la participación de referentes barriales y centros vecinales, disminuye notablemente el vandalismo”, opinó el psicólogo. Convendría actuar en ese sentido.
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