Arde la Sangre busca “La cura” en el metal

Arde la Sangre busca “La cura” en el metal

La banda de Marcelo Corbata Corvalán presenta los temas de su disco ganador del premio Gardel.

NACIDOS EN PANDEMIA. Arge la Sangre reúne a músicos que integraron Carajo con artistas de otras bandas en la búsqueda de un sonido propio. NACIDOS EN PANDEMIA. Arge la Sangre reúne a músicos que integraron Carajo con artistas de otras bandas en la búsqueda de un sonido propio.

Carajo llegó a su fin, pero su despedida implicó nuevos comienzos. De uno de los desprendimientos surgió la banda Arde la Sangre, que llega por primera vez a Tucumán en gira por el NOA, con el protagonismo de la voz cantante Marcelo Gabriel Corbata Corvalán, secundado por Tery Langer (otro ex Carajo); Nacho Benavides (ex Sentencia Previa); y Luciano Farelli (Parteplaneta).

La escala tucumana se vivirá desde las 23 en el Teatro de la Paz (9 de Julio 162), donde el grupo desplegará la tradicional potencia del metal argentino junto con letras actuales, inspiradas en lo vivido en los últimos años, para ser parte del presente y proyectarse al futuro más allá de las experiencias previas, reconoce Corbata en diálogo con LA GACETA.

- ¿Qué expresa Arde la Sangre, cuáles caminos transitan sus temas?

- Expresamos algo que es parte de lo humano, de lo orgánico, de todo lo que implica ser parte del mundo de hoy, de este tiempo en que muchas cosas nos influencian como seres vivos que somos, en nuestras relaciones, sentimientos y pensamientos. En las canciones que hacemos, hay distintas versiones acerca de cómo uno reacciona ante el entorno. Se mezcla mucho lo humano, lo espiritual, lo mundano de la sociedad en estos tiempos globalizados y gobernados tecnológicamente a través de las plataformas y de la virtualidad en esta era digital.

- ¿El eje del recital serán las canciones de “La cura” y “Rompiendo silencios”?

- Sí, vamos con el repertorio completo de esas producciones, serán 18 canciones en vivo, de creación propia. Oficia de debut oficial de la banda en la región, más allá de agregados y sorpresas, incluyendo viejas canciones y covers. La consigna es que sea un show divertido para la gente ante todo.

- Su origen fue durante la pandemia...

- Es algo que nos marcó como personas y como banda, porque fue en su nacimiento. En ese escenario se gestó el grupo y la unión de nosotros como músicos. “La cura” está cargado de ese contexto, quizás a la distancia hoy se ven algunas cosas diferentes, pero el disco refleja una época como sociedad, con reglas de juego cambiadas de un día para el otro. Lo que no cambió fue la música, un cable a tierra que nos ayudó a seguir.

- Ese disco les valió el Gardel, ¿cómo evalúan ese premio?

- Fue una sorpresa hermosa, un lindo empujón, una gran palmada en la espalda, un aliento para creer que vamos por el buen camino en lo musical. La idea es seguir creciendo, madurando, proponiendo cosas mejores cada vez, con propuestas renovadoras dentro de la escena pesada nacional. Queremos ocupar un lugar propio con Arde la Sangre, con originalidad en nuestra propuesta; es el desafío más lindo que toda banda tiene. Que la gente la identifique con un sonido propio, que es lo más difícil de lograr.

- ¿Cómo transitan la actual crisis social y política?

- Obviamente que nos afecta, de distinta manera. Lo primero que se ve es lo negativo, en lo económico y en lo emocional, con enojos y miedos. Pero también dan oportunidades, para algunos de reinvertarse y superarse, para pararse ante las dificultades. Como músicos, no bajamos los brazos ante la crisis, seguimos haciendo lo que nos gusta y enviando los mensajes que queremos compartir. En lo personal siento que una parte de esta crisis está manipulada, es diferente a otras anteriores. No nace de la sociedad o de una confrontación de ideales, sino hecha adrede para generar inestabilidad y presentar un terreno fácil de manejar con fines específicos.

- ¿Cómo se debe expresar el metal en este momento?

- El rock siempre ha tenido la libertad de expresarse de una manera directa, frontal y sin miedo ni vergüenza de decir las cosas como son. En los últimos años, se separó la música por un lado y la letra por el otro; muchas bandas no tienen un mensaje acorde a lo fuerte y pesado de su sonido y hay artistas que no tocan música pesada o distorsionada, pero con un contenido contundente que los hace ser muy rockeros en lo cultural. Las generaciones anteriores mostraron una manera de hacer las cosas y hoy en día se están cambiando algunos modelos, con una forma nueva de hacerlas, quizás con el mismo espíritu transgresor, original y provocativo pero acorde a estos tiempos. Es lo que siempre caracterizó al rock; cada nueva generación lo transcribe a su lenguaje, lo que es natural. Se mezclan mucho sonidos, estilos, clases sociales, ideologías... Hay una gran diversidad y variedad, no está tan homogéneo ni unificado como antes.

- ¿Ya se cubrió el vacío dejado por el final de Carajo?

- Seguramente dejó a mucha gente sin su banda preferida, pero el vacío está cubierto por las canciones que quedarán para toda la vida. Eso no muere.

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