08 Septiembre 2023
Ir al supermercado y escoger los productos “de toda la vida” parece haber quedado en el olvido. Salir con la abuela y poner en el carrito el arroz de la marca preferida o la harina “de siempre” ya no es algo tan común. Según un reciente estudio, hay cada vez más consumidores que abandonan la compra de al menos una marca que adquirían habitualmente, por la inflación y por la percepción de que ahora la calidad de los productos es inferior.
El trabajo está realizado sobre mil consumidores argentinos y fue llevado a cabo por ShoppApp, una plataforma para realizar compras con descuentos. Los datos se contraponen a la misma encuesta, pero realizada hace un año. En comparación, casi un 10% más (ahora, un 68% de los encuestados) confirmaron el abandono de alguna marca. La principal razón es el precio (90%), pero también hay otras variables: la calidad del producto bajó, las personas no consiguen la marca que solían comprar o perciben que el producto ha cambiado.
Allí vienen las diferencias. Es que los argentinos son expertos en “mañas” para afrontar las crisis, porque de eso saben mucho. Y el estudio muestra algo bastante interesante: el 54% de los encuestados cambió a una marca que conocía y que era más económica; el 19% apostó por una marca más económica y desconocida, y un 14% se animó a probar las marcas propias de los supermercados, aunque ese número asciende a un 32% en las personas de nivel socioeconómico alto. En general, el abandono a las marcas se registra en hombres (77%), personas entre 30 y 49 años con niveles socioeconómicos altos y bajos.
Excepciones
La encuesta -realizada entre el 1 y el 4 de agosto- deja en claro que hay una situación de restricción, pero, además, la fidelidad a un producto ya no es tanta como en otras épocas. Del total, el 32% dijo no sentirse molesto por cambiar de marcas; un 57% aseguró que “hay algunos productos en los que siempre compro la misma marca, y en otros cambio de vez en vez”. Sólo un 11% dijo respetar las marcas que adquiere. Y aunque la cuestión económica es la que más afecta, hay algunas variantes que permiten que los consumidores “suelten el bolsillo”. La primera es la calidad: siete de cada 10 consumidores advirtieron que pagan más por un producto cuando consideran que la calidad es superior. Mientras tanto, cuatro de cada 10 dicen que “se estiran” un poco más en el gasto cuando se trata de darse un gusto. En el pagar de más también influyen otras cuestiones: si se trata de una ocasión especial, si el producto es para consumo de los hijos o si la marca aporta al medio ambiente o a la comunidad.
Productos
Está claro que no es lo mismo elegir una marca de arroz que otra, pero quizá -para el bolsillo- el producto no importa tanto si se trata del rubro de limpieza. Y eso también muestra el estudio. Un 37% de los encuestados comentó que la marca sí es decisiva en cuanto a alimentos, sobre todo para personas de niveles socioeconómicos bajos. Luego vienen los productos de cuidado personal, especialmente para personas de ingresos altos.
Ahora, ¿en qué alimentos las personas sí son fieles a las marcas? Principalmente en lácteos. La leche es el producto en el que más se mira la marca, especialmente mujeres y mayores de 50. En los quesos, la marca captura la atención principalmente en mayores de 30 y personas de ingresos altos. En el yogur, por su parte, la marca es más importante para jóvenes (menores de 30) y para personas de clase media. Los alimentos que menos fidelidad producen son lo cereales, los snacks salados y los alimentos congelados.
Dentro del mismo rubro alimenticio, hay cambios según el producto. Si se trata de gaseosas cola, más del 50% de los entrevistados respeta la marca y en la cerveza, el número aumenta al 76%.
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