El conflicto entre los empresarios de ómnibus y los choferes afiliados a la Unión de Tranviarios Automotor (UTA) recrudece con el correr de los días. Y esta vez, al parecer, ni siquiera una eventual intervención del Gobierno provincial podría alcanzar para evitar el paro de los trabajadores previsto para este viernes.
“Al día de hoy, no tenemos novedades de las compensaciones tarifarias, ni nacionales ni provinciales”, aseveró a LA GACETA el directivo de la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat), Jorge Berretta.
Según expusieron los propietarios de las líneas de ómnibus en las últimas semanas, los aportes estatales para el sector están tan desactualizados que ni siquiera sumando los envíos de la Provincia y de la Nación alcanzan a cubrir las planillas salariales de las distintas firmas. Y plantearon que, como las tarifas del sector están reguladas -en Tucumán el boleto mínimo cuesta $120-, tampoco cuentan con otros ingresos, mientras que deben hacer frente a incrementos salariales y a altos costos en insumos (en especial, el gasoil).
Este jueves vence el plazo para que los empleados cobren el sueldo de agosto. Según versiones extraoficiales, las firmas nucleadas en Aetat podrían recibir en las próximas horas las compensaciones correspondientes al Gobierno provincial; sin embargo, los fondos nacionales podrían ser remitidos en el mejor de los casos el viernes, y debido a los trámites administrativos requeridos para que estos dineros lleguen efectivamente a las empresas, parece poco probable que impacten en las cuentas de los trabajadores esta semana.
Ante este escenario, los empresarios tienen resuelto distribuir entre el personal los subsidios que perciban en lo inmediato por parte de la Provincia, a modo de “desembolso a cuenta”. Pero en UTA anticiparon su rechazo a esta alternativa.
“Nosotros no vamos a aceptar el pago desdoblado de los sueldos. Mucho menos con las suspensiones (aplicadas a partir de esta semana) y todo lo que venimos sufriendo”, enfatizó el secretario general del gremio, César González, en diálogo con este diario.
El referente sindical explicó que para mañana está convocada una reunión del cuerpo de delegados “para definir los pasos a seguir” en este nuevo conflicto. Pero reiteró: “el pago desdoblado no lo vamos a aceptar”.
Suspensiones y reducción de servicio
En paralelo al conflicto salarial, esta semana comenzó a aplicarse la suspensión “rotativa y progresiva” del personal que se desempeña en el servicio público de transporte.
La medida dispuesta por Aetat afecta desde el lunes a unos 200 afiliados a UTA, y se estima que podría alcanzar a unos 750 trabajadores en los próximos días. Según explicó González, esto afectará los haberes de cada uno de ellos, en un monto que podría rondar en promedio los $100.000 o $110.000.
Las suspensiones fueron resueltas por los empresarios en paralelo a otra decisión: la reducción en un 25% en las frecuencias de los servicios de las unidades.
“Se ha llegado a un punto de inflexión", afirmaron los directivos de Aetat la semana pasada, a través de un comunicado de prensa.
Argumentaron luego que aquellas medidas -a las que calificaron de “extremas” y “no deseadas”- se habían adoptado “ante la imperiosa urgencia y necesidad de mantener el servicio público y las fuentes de trabajo”, y que se sostendrán “hasta tanto podamos consensuar soluciones definitivas y coyunturales".