Como él mismo lo contó en una entrevista,Javier Mileisufrió bullying por parte de su familia cuando era un niño. En medio de un ambiente hostil, conviolencia físicay psicológica de por medio, su madre hizo una especie de pacto implícito con un padre golpeador. Ante esa violencia, el joven que creció entre Palermo y Villa Devoto, encontró dos personas que ayudaron a criarlo.
“De chico había maltrato físico y estamos hablando de una persona de 1.90 metros, no eran palizas normales”, dijo en relación a “las palizas” que le daba su propio padre. Pese a los malos tratos, el candidato a presidente por La Libertad Avanza sostiene que rescató algo bueno: hoy es capaz de soportar altísimos niveles de presión.
Norberto Milei, el padre del libertario, dedicaba su tiempo a una empresa de transportes de pasajeros. Aida Lucich, su madre, quedaba al cuidado de los niños y del hogar como ama de casa. Pero Karina, su hermana, y Elia, su abuela materna, fueron las personas a las que más se acercó Milei para sobrellevar sus duros primeros años.
La relación de Milei con su abuela y su hermana
Es conocida la relación que Javier Milei guarda con su hermana Karina, a quien incluso le dio el apodo de “el jefe”. Luego de la victoria en las PASO, el entonces precandidato aseguró que todo había sido “obra de ella (...). Es la gran responsable de todo esto”.
Aunque Javier le lleva solo dos años a su hermana, de niños tuvieron perfiles marcadamente diferentes. “Cuando éramos chicos, ella era extrovertida y yo muy reservado. Estaba muy aplicado con el colegio y el deporte. A los diez años ya competía de manera intensa. En ese sentido, éramos bastante distintos respecto a la actualidad”, dijo sobre su relación con su hermana.
También fue a Karina a quien le adjudicó el proyecto que tiene para su presidencia. “Es quien se encarga de llevar adelante todos los temas de la campaña. Es la que está arriba de todo en el organigrama”, aseguró luego de las Elecciones Primarias.
Otra de las figuras relevantes en la infancia de Milei fue su abuela materna, Elia. "Mi abuela me enseñó a tirar para adelante y a no tener rencor porque te pudre. Entender que las otras personas pueden ver las cosas de una manera distinta", recordó en una entrevista con Infama.
En Podemos Hablar, además, aseguró que si pudiera volver a tener una cena con alguien que ya no está sería con Elia y con quien fue su marido. “Ella enviudó cuando mi mamá tenía catorce años y fue un ejemplo de vida, una luchadora. La verdad, si existió alguien carente de maldad, fue ella”, dijo en relación a una de las mujeres más importantes de su vida.