Billeteras que todo lo pueden

Billeteras que todo lo pueden

El Mundial de Maxibásquet copó la “Feliz”, con miles de visitantes favorecidos por el cambio que dejan divisas en la ciudad.

RESGUARDADOS. Dening recibió la visita de un amigo. Al igual que los turistas, debieron hacer sociales bajo techo. RESGUARDADOS. Dening recibió la visita de un amigo. Al igual que los turistas, debieron hacer sociales bajo techo.

Pese a que todavía faltan algunos meses para el verano, la estación en la que Mar del Plata estalla de turistas, en las calles y en los restaurantes se escuchan conversaciones en inglés, en italiano y en portugués. Sucede que desde hace una semana la ciudad es la sede del XVI Mundial de Maxibasquet, un torneo que reúne a 4.500 ex jugadores y ex jugadoras, que compiten en categorías que van desde mayores de 30 años y llega hasta mayores de 80.

Con billeteras abultadas y con un cambio que los favorece de manera escandalosa, los turistas extranjeros tienen predilección, obviamente, por las parrillas, las que desde que comenzó el aluvión de visitantes trabajan a destajo.

La fama de la carne argentina y de los vinos hace tiempo que ha trascendido las fronteras y no es casual ver a los visitantes atravesando experiencias extrasensoriales con bifes de chorizo y con asados de tira, que como si fuese un dogma tiene que ser acompañado por un buen malbec. Y como no tienen restricciones, siempre apuntan a las botellas más caras de los menúes.

“Ellos no tienen problemas. Se dan la gran vida y muchos saben que aquí vendemos los mejores cortes de la ciudad”, sostuvo Roberto Gutiérrez, mozo de un reconocido restaurante del centro.

Nacido en Termas de Río Hondo, pero con el corazón dividido entre Tucumán y Mar del Plata, Gutiérrez llegó en busca de trabajo hace casi tres décadas y terminó radicándose y formando su familia. Como buen santiagueño, añora la vuelta al pago y cuenta que uno de sus lugares favoritos es María Elena, localidad ubicada a poco más de seis kilómetros de Bella Vista, a la vera de la ruta 38.

Roberto reconoce que los marplatenses son más apasionados por la pelota naranja y que Quilmes y Peñarol son dos clubes con más arraigo que, incluso, Aldosivi, que supo codearse un tiempo con los grandes en Primera.

Por eso no sorprende que se vuelquen a las diferentes sedes del Mundial que, por ejemplo, tiene a Walter Herrmann como una de sus máximas figuras. A los 44 años, el campeón olímpico con Argentina en Atenas 2004 y ex NBA es uno de los líderes de la Selección de España, mientras que otros ex jugadores del “milrayitas” y del “tricolor” conforman los planteles de Argentina y de Italia.

Este evento ha copado la cobertura de los medios y poco se habla del partido de hoy entre Alvarado y San Martín, pese a que el “torito” es uno de los equipos de fútbol más populares.

Pero este fin de semana los extranjeros no son los únicos que aprovechan las bondades de la ciudad. Desde hace décadas, Mar del Plata es un imán para las escapadas de miles de bonaerenses, que a falta de sol y de playa, la eligen por su consabida oferta en hotelería y en gastronomía.

En un sábado marcado por la nubosidad, el viento y las bajas temperaturas, el mar no fue una opción válida, ni siquiera para mojarse los pies. Apenas, desde lejos, una foto para compartir y testificar que se estuvo en “La Feliz”. La mayor parte de la actividad se concentró en los bares, los locales comerciales de la peatonal San Martín y, por supuesto, en la compra compulsiva de alfajores, otra de las joyas de la ciudad.

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