En una entrevista para infobae, Araceli González habló por primera vez del abuso sexual que sufrió cuando tenía cinco años: “Esa basura, abusaba de mí”. Hoy, a cuarenta y cinco años de haber sido víctima de ese repulsivo episodio, la modelo pudo poner en palabras lo que vivió.
Entrevistada por el periodista Sebastián Soldano para su ciclo de charlas en infobae, Araceli González habló por primera vez del abuso sexual que sufrió cuando tenía cinco años, el cual, hace poco tiempo, después de 45 años, pudo animarse a poner en palabras.
“De repente, un día reaccioné: ´Pará, a mí me pasó esto… ¿Pero quién era? No puedo verle la cara…´. Así fui desbloqueando ciertos recuerdos de un todo que aún no puedo descifrar con claridad”, comenzó diciendo la actriz. “Entonces, mi psicóloga comenzó a hurgar en distintas conexiones con personajes masculinos de mi entorno inmediato. Que es lo que uno teme, ¿no? Tu padre. Tu hermano. Tu tío. Tu primo. Y no, era ese ser siniestro”, expresó.
Ante la pregunta del periodista sobre quién fue esa persona que abusó de ella, la modelo reveló que fue un albañil que trabajaba en la casa de su tía, que estaba conectada a la suya a través de un patio, cuando aún vivía con su familia en Lugano.
“Recuerdo mi pollerita cuadrillé. Él la levantaba. Me bajaba la bombachita... En fin. Nunca más, en toda mi vida, pude usar ropa a cuadros. Jamás”, contó, visiblemente conmocionada, sobre las imágenes que recuerda “de un manoseo” que su consciente aún limita y que “tal vez algún día se manifieste con mayor claridad”. Por el momento, Araceli remarcó y reflexionó sobre lo importante que es que “lograr abordar el tema, aprender a convivir con esas marcas e intentar planificar con esa mierda una buena construcción”.
Después de muchos meses de trabajo en terapia, la conductora contó que pudo contárselo a su mamá, Rosita: “Contarle todo eso que pasó fue desgarrador, quizás un poco más que haberlo recordado. Mamá reaccionó con sorpresa, profundo dolor y la culpa que las madres sentimos cuando algo malo le pasa a nuestros hijos. Mucho más cuando somos desmedidamente protectoras”, cuenta. “Lloré como esa niña de cinco años. Y mamá me abrazó, efectivamente, como si yo tuviese cinco años”.
Araceli reflexiona y cuenta que, con el tiempo logró correr el foco de ese episodio: “Ya no lo pongo sobre mi victimización. Yo era muy chica para saber lo que me hacían. Hoy veo a esa lacra como un pobre tipo. Y refocalizar, que es un trabajo sumamente arduo, también te ayuda a auxiliar a un hijo, a decirles: ´A mí también me pasó´. Y no transformó mi vida sexual. Ni mi vida afectiva. Ni mi ser mamá. Todo eso no logró arruinarme”, afirma. “Y pensar que yo crecí cuidando a mi hija de esas situaciones, y fue al revés. Le pasó a mi hijo en un segundo y medio. Impensado”, explica, sobre el episodio de abuso que sufrió su hijo menor, Tomás.
“Tenemos que enfrentar la verdad por más dura que sea y ubicar a quien lo atravesó en lo más alto de su dignidad, para que vuelva a ver la vida desde otra perspectiva”, señaló. “Eso que salió de mis entrañas no consiguió derrumbarme gracias al trabajo de mis terapeutas y a la gran contención de Fabi. Así pude sumar mi voz a otras tantas, en tiempos en los que ya no vale callar”, cerró.