La apertura de la calle Roca es una buena noticia para aquellos conductores que están cansados de recorrer arterias en mal estado, caminos de tierra, esquivar baches y pozos. Estamos hablando, en su mayoría, de los vecinos de los barrios que se encuentran en el límite entre Yerba Buena y Cebil Redondo. Los emprendimientos se están multiplicando en viejas fincas de limón en las que el verde va dando paso al cemento, a los ladrillos y a las cercas perimetrales. Y junto con ellos llegan las demandas y las necesidades de movilidad.
El caso más emblemático es el que padecen los habitantes de Alto Verde 1, 2 y 3. Se trata de vecindarios cerrados que se han ido poblando en los últimos 10 años justo detrás del country del Jockey. Por su ubicación, pertenecen a la comuna de Cebil Redondo, pero la gran mayoría de sus habitantes realiza buena parte de sus actividades cotidianas en Yerba Buena. El acceso a estos tres barrios siempre fue complicado. Originalmente, la vía más adecuada implicaba tomar la calle Bascary hacia el norte y, al llegar al acceso al Jockey, había que doblar hacia el este. Esta arteria pavimentada, que corre junto a la cerca perimetral de Praderas, otro country de la zona, los conducía hasta el puente que pasa por encima del canal Cainzo-Las Piedras. A partir de ese punto, había que seguir hacia el norte por la calle Julio César Strassera. La historia es conocida: la erosión ocasionada por el agua puso en riesgo el camino y fue necesario abrir un by pass por una finca privada. A esto se sumó el deterioro alarmante del asfalto en otros sectores. La consolidación de la calle Strassera hasta la Perón trajo algo de alivio, porque ya no fue necesario ir hasta la Bascary, pero el problema de fondo no se solucionó.
La pavimentación de la calle Fanzolato (corre paralela a la Strassera, pero unos 200 metros al este) generó la posibilidad de abrir la calle Roca y generar un acceso alternativo a estos barrios. Esto no solo beneficiará a los vecinos de Alto Verde y a los que en el futuro habitarán los numerosos emprendimientos privados que se están desarrollando en la zona, sino también a un sector importante de San José, del barrio El Bernel, del Municipal y del 106 viviendas, entre otros. También hay que contar el enorme universo de personas que viven de prestar distintos servicios en todos estos vecindarios: jardineros, pileteros, albañiles, deliverys de todo tipoa, que podrán circular con más comodidad y seguridad.
Al mismo tiempo, esta obra expone otra carencia de la zona: el colapso del Camino del Perú, que corre casi paralelo a estas calles, pero apenas unos 600 o 700 metros al este. Posiblemente una alternativa para descomprimir esta ruta provincial -que devino desordenadamente en algo parecido a una avenida- sea concretar el tan postergado proyecto de abrir la calle Fanzolato en toda su extensión para conectar el Camino del Perú a la altura de Villa Carmela con la Perón (hoy la Fanzolato se corta frente a una finca).
Creemos que es necesario que las gestiones avancen en ese sentido (o en algún otro similar) ya que la presión urbana cada vez mayor demanda respuestas expeditivas y eficientes por parte del Estado.