En la Asamblea Extraordinaria de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales anunció que no dimitirá y seguirá al frente de la Federación pese al escándalo generado tras el beso a Jenni Hermoso. “¡No voy a dimitir! ¡No voy a dimitir! ¡No voy a dimitir!”, repitió entre los aplausos de los asambleístas.
Según el medio El Español, la decisión fue tomada a primera hora de la mañana, después de las primeras conclusiones de la investigación realizada por la RFEF sobre lo sucedió en Sídney. “No existió conducta que invite a concluir que se forzó, violentó o agredió”, asegura el informe.
A pesar de su anuncio, su continuidad queda en manos del Consejo Superior de Deportes (CSD) que elevará las denuncias recibidas al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD). “Vamos a actuar, hemos activado todos los mecanismos para tomar las medidas oportunas”, dijo Victor Francos, presidente del CSD y secretario de Estado para el Deporte.
¿Qué dijo Rubiales en su discurso?
Rubiales arrancó su discurso pidiendo disculpas. Sin embargo, no arrancó por el beso a Jenni Hermoso, ya que para el presidente siempre fueron más graves sus gestos obscenos en el palco de autoridades ante la presencia de la reina Letizia y la infanta Sofia.
“Quiero pedir perdón por un hecho que ocurrió en el palco. Voy a explicarlo mirando a Jorge Vilda. Hemos pasado mucho, te han querido hacer a ti lo mismo que ahora me están haciendo a mí. Están tratando de crear un discurso falso y convertirlo en verdad. Me emocioné mucho cuando tras ganar el Mundial te giraste y me lo dedicaste. Ahí hice el gesto de ‘ole tus huevos’. Nunca me he comportado así. No me justifico”, explicó.
Luego, en relación a la polémica por el beso a la mediocampista española, Rubiales consideró que es una víctima de una cacería por parte del “falso feminismo”. “El beso, que fue más un pico, fue espontáneo, mutuo, eufórico y consentido. El deseo que podía tener en ese beso era exactamente el mismo al que podría tener dándole un beso a una hija”, explicó.
“Ella me levantó del suelo, que casi nos caemos, y al dejarme en el suelo, nos abrazamos, me acercó a su cuerpo, le dije que se olvidara del penalti fallado y me respondió: ‘Eres un crack’. ‘¿Un piquito?’, le pregunté. ‘Vale’, me contestó'. Se despidió con un último manotazo en el costado y riéndose. Y de la anécdota, del ‘no pasa nada’, se pasa al silencio de la jugadora y después a un comunicado que no termino de entender”, relató.
Luego dio los motivos que hicieron que cambien su opinión sobre su decisión de dimitir. “Me han dicho que lo mejor es que dimitiera. Tiene que haber algún motivo para que te saquen de un lugar. ¿Un pico consentido es para sacarme de aquí? Quién me conoce sabe que vamos a llegar hasta el final. Ha llegado el momento de decir algo. ¿Qué he hecho para sufrir esta cacería? ¿Es tan grave como para que yo me tenga que ir? ¿Y tendrá que dimitir? Pues lo digo, no voy a dimitir”, dijo.