Colecciones de camisetas de fútbol que viajan en el tiempo y el espacio

Colecciones de camisetas de fútbol que viajan en el tiempo y el espacio

El encuentro fue en Tafí Viejo y reunió a unos 20 expositores.

DE TODAS PARTES. Uno de los expositores fue Facundo Valero, periodista y coleccionista de camisetas de todo el mundo.

“Recién con estos eventos me di cuenta de que era coleccionista”, asegura Sebastián Díaz, que nació hace 45 años en Lomas de Zamora y hace 32 se radicó en Tucumán. Desde Banda del Río Salí supo mantener su amor por Banfield a distancia y fue comprando camisetas y algunas otras reliquias que luego fue regalando. “Muchas de ellas tienen un gran valor sentimental. Pasa que nunca me había imaginado ser coleccionista”, responde a LA GACETA.

Los encuentros de coleccionistas suelen ser lo más parecido a un viaje en el tiempo para aquellos que se dejan sorprender por la historia. Está claro que además de poder intercambiar artículos (en este caso camisetas u objetos relacionados al fútbol) las personas llegan buscando abrir nuevas puertas, realizar un viaje por la historia, recordar momentos emocionantes y, por qué no, escuchar y aprender de los especialistas.

“Los abuelos se emocionan, cuentan cosas de su infancia. Ese intercambio que se genera es muy valioso”, comenta Franco La Pena, uno de los coleccionistas que se dieron cita en la Sociedad Argentina de Tafí Viejo. Cada prenda tiene una historia. Cada colección es distinta, no por la cantidad o calidad. Son importantes para cada coleccionista por lo que generan.

Sebastián fue uno de los casi 20 coleccionistas que participaron de la tercera edición de la “Muestra Solidaria de Coleccionismo y Camisetas de fútbol”, que se llevó a cabo el lunes con el objetivo de juntar juguetes y golosinas para que niños de varios merenderos de la ciudad pudieran festejar su día. “No queríamos tener solo camisetas colgadas; queríamos una variedad en los stand y lo logramos. Mi sueño es que empiecen a aparecer más coleccionistas de equipos tucumanos. Sé que los hay”, dice Franco, uno de los organizadores del evento, del que también participaron coleccionistas de otras provincias.

Sebastián habla con las personas que se acercaron al stand y muestra orgulloso su colección, con camisetas de todas las épocas. Entre ellas se destaca una de Javier Zanetti de 1993, una de “Garrafa” Sánchez y otra de Nicolás Tagliafico. Esta última, acomodada en un lugar particular con una réplica de la Copa del Mundo y un cartel escrito a mano que reza “Campeón del Mundo”.

PASIÓN POR EL “TALADRO”. El stand de Sebastián con las camisetas de Banfield.

“A la gente le gusta las camisetas históricas. Algunos se acercan porque reconocen la de ‘Garrafa’, la de (Christian) Lucchetti o (Darío) Cvitanich. Me gusta conversar con ellos, me cuentan sus anécdotas o me preguntan a mí por historias relacionadas a Banfield”, explica, antes de aclarar que la mayoría de las camisetas que suele mostrar son de su propiedad, aunque a veces también recibe material de su hermano y de otras peñas de la zona.

Entre sus tesoros más preciados está la casaca modelo 2009, aquella con la que el “taladro” fue campeón en Primera División de la mano de Julio Falcioni. Sin embargo, hay otro modelo histórico que lo viene gambeteando desde hace rato: “quiero una Lotto de la temporada 95/96 con el sponsor de América, la busco desde hace mucho”.

Por más que suene extraño, la peña tucumana del “taladro” tiene casi 30 socios y están planeando realizar un viaje a Buenos Aires para que los más chicos puedan conocer el estadio “Florencio Sola” y el predio del club. “La gente del club es muy amable con los que vivimos en el interior, siempre están a disposición. Casi nadie lo sabe, pero cuando fue la inundación grande en el sur de Tucumán, Banfield colaboró con un camión con indumentaria y mercadería que nosotros mismos nos encargamos de repartir”, reval Sebastián con orgullo.

En medio de camisetas, trofeos, medallas, revistas y charlas entre coleccionistas se destaca la presencia de la pareja compuesta por Leandro Coronel y Natalia Silva, que está rodeada de elementos que recuerdan a lo que ocurrió hace ocho meses: la conquista del Mundial. La temática de Qatar estuvo presente en la muestra con mascotas, entradas, bufandas, pelota, vasos y algunos otros recuerdos de la cita mundialista. “Nos fuimos de luna de miel a Qatar. Primero armamos eso, del casamiento nos ocupamos después”, cuenta “Leo”.

“La gente nos dice que somos muy afortunados y nos toman como un amuleto de la buena suerte. Pasa que nosotros llegamos a Qatar el día del partido con México; entonces dicen que llevamos la suerte porque desde entonces el equipo no volvió a perder”, explica Coronel, que no se considera coleccionista ni nada por el estilo. “Me invitaron a mostrar estas cosas que yo considero personales. Armamos el stand y a la gente le gustó. Por más que nos ofrezcan comprarnos los recuerdos, no venderíamos nada porque tienen un valor sentimental muy grande”, jura.

Dentro de los objetos más valiosos que la pareja se trajo de Qatar hay una réplica de la Copa del Mundo. “Nos la regalaron cuando estábamos saliendo del estadio en la final. Está muy buena y tiene una carga sentimental muy importante”, explicó Coronel sobre el minitrofeo que se encuentra inmaculado dentro de su caja.

RÉPLICA. En un sector dedicado a Atlético, el Monumental construido con fichas.

Mientras todavía quedan los resabios del último encuentro de coleccionistas, desde la organización adelantan que cerca de Navidad habrá una nueva cita, también con fines solidarios. Una ocasión perfecta para intercambiar historias y viajar otra vez en el tiempo.

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