Los sectores más vulnerables sienten los impactos más crudos de los desbarajustes económicos del país. Lo que ya no alcanzaba ahora sirve menos para intentar acceder a una alimentación básica debido a la devaluación que aplicó el Gobierno nacional tras las elecciones primarias. Y todo ese impacto se viene acumulando cada vez más en los merenderos de barrios populares donde cada vez más chicos concurren para asegurarse una ración de comida al día.
Distintas organizaciones sociales nucleadas dentro del Frente de Lucha Piquetero anunciaron una protesta para el próximo jueves en Buenos Aires en reclamo de incrementos de los planes sociales y por demoras en la entrega de mercaderías. Y esa protesta se replicaría también en Tucumán. Dirigentes sociales sostienen que son insuficientes y de mala calidad los alimentos que reciben mayoritariamente de parte de la Nación, y que hay productos básicos como leche y azúcar que dejaron de llegar.
“Situación insostenible”
El vocero del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), Santiago Camuña, remarcó que vienen reclamando esta problemática desde hace tiempo y que con la devaluación lo que hubo fue un golpe al bolsillo de la clase trabajadora. “Se lo puede disfrazar de cualquier cosa, pero nos recortaron el salario un 30%”, señaló en relación con la determinación que llevó a cabo la Casa Rosada.
El dirigente social dijo que cuentan actualmente con 12 merenderos en barrios como Villa Muñecas, El Bosque, Villa Luján, Alderetes y en distintos sectores de la Costanera. Indicó que están intentando sostenerlos a través de la autogestión. “Lo que recibimos de mercadería alcanza para 10 días. La situación es peor para todos. El compromiso de los compañeros en las asambleas, de todo el FOL y de vecinos es fuerte. Se van a intentar seguir manteniendo”, manifestó.
Camuña contó que en total son unas 400 personas que gestionan, organizan y elaboran bollos y cosas dulces para que unos 1.400 chicos por día tengan una merienda en los 12 merenderos que atienden, pero advirtió que también llevan viandas para sus familias por lo que es mucha más la gente que alimentan. “A veces se cuestiona o se pone en duda a las organizaciones, que no se trabaja. Es un esfuerzo gigante de producción”, apuntó.
Señaló que desde la pandemia se triplicó la demanda en los merenderos. “Venimos pidiendo que se mejore la asistencia y no se mejoró nada a comparación de lo que crecieron los merenderos. No hay voluntad política de asistir”, dijo. Y añadió: “están más preocupados en las campañas políticas. No estamos recibiendo respuestas. Están en una realidad paralela y es insostenible la situación”.
No quieren ver
De modo similar se expresó Gabriela Gramajo, referente del Polo Obrero. “La mercadería la recibimos cada dos meses y nos la quieren reducir un 40%. Ahora se han recibidio 2.500 kilos de girasol pelado. ¿Para qué sirve? No nos parece un alimento”, cuestionó. Contó que trabajan con 64 merenderos y que cada vez hay más gente que les piden abrir otros más. Además, les solicitó a las autoridades gubernamentales que se involucren y den respuestas. “¿Cuándo van a ir a ver qué hacemos, dónde estamos y cuáles son las condiciones en las que estamos?. Ellos no quieren ver eso. Nosotros estamos sosteniendo los merenderos”.
Gramajo, a su vez, cuestionó que haya sectores de la sociedad los tilden de planeros. “Uno recibe un paliativo porque no hay nada para comer. Hace 30 años que estamos cada vez peor. Las organizaciones sociales hacemos un trabajo social tremendo con los niños para que tengan una taza de leche en la panza”, advirtió.
En Buenos Aires, la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, y su par de la cartera de Trabajo, Kelly Olmos, se reunieron el fin de semana con Sergio Massa para delinear un paquete de medidas para intentar calmar los ánimos y amortiguar el impacto de la crisis.