San Martín de Tucumán: el viento zonda fue el gran protagonista de la jornada

El feriado largo por el paso a la inmortalidad de José de San Martín les vino bien a los sanjuaninos, que aprovecharon el día para hacer planes junto a los suyos. Sin embargo, nadie imaginó que el viento zonda iba a ser tan fuerte durante el fin de semana, incluso a pesar de que no se trata de un fenómeno infrecuente. “No sabíamos si iba a pasar esto, pero la directora del museo estaba evaluando si cerrar. San Juan es un lugar que está bajo la lupa. Vamos a ver cómo se desarrolla el viento. Lo mejor es tratar de no salir porque se corre mucho riesgo”, dijo el historiador Alfredo Martín de la casa natal de Faustino Sarmiento durante la mañana, ya que habían quedado suspendidas las visitas por este motivo.

Unos minutos después, el conjunto de Bolívar y Pellegrini sintió el impacto del viento muy de cerca. Alrededor del mediodía, una parte de la mampostería del hotel Del Bono Central se cayó sobre la vereda y generó todo un movimiento policial para cercar la zona y evitar incidentes. “Es normal tener este tipo de viento, por eso se emitió la alerta roja y solicitamos que nadie pase cerca”, había detallado un agente a LA GACETA sobre la situación en la esquina de Bernardino Rivadavia Oeste.

Casi en simultáneo, San Martín de San Juan comunicaba que el partido, cuyo inicio estaba previsto para las 16.30, se dilataba hasta las 18.30. Decisión que tomó por sorpresa a todos.

“Es la primera vez que se posterga. Por lo general siempre se ha jugado a pesar del viento. En todo esto, la clave es conocer quién tendrá el viento a favor”, indicó Juan Pablo Ferrero, fanático del “verdinegro” que llegó media hora antes al estadio “Hilario Sánchez” por una cuestión de cábala.

El hincha de 24 años no ocultaba su entusiasmo por ver en acción al “santo” sanjuanino, pero su sonrisa trocó en un gesto de preocupación cuando se emitió otro comunicado, en el que se anunciaba que el inicio del encuentro se demoraba media hora más, pero esta vez dejando abierta la posibilidad de que se suspendiera y debiera reprogramarse en caso de que el viento no amainara. “Mirá a toda la gente que hicieron entrar y todavía no saben si se juega”, se quejó el plateísta, ofuscado ante la incertidumbre.

A las 18.35, el plantel “santo” -que había salido a hacer la entrada en calor- se reunió con la terna arbitral y, tras una larga charla, se confirmó que el partido se jugaba. La decisión generó alegría y aplausos en los hinchas sanjuaninos, que esperaban impacientes por ver al equipo y mataban el tiempo recordando anécdotas. “El 6-1 a Boca, fue una locura. Nadie se esperaba ese resultado. Ese día yo era alcanzapelotas y desde adentro era una maravilla”, aseguró Juan Pablo. “No te podes imaginar lo que era tenerlo a Carlos Bianchi en el banco de suplentes. Encima ese año estábamos muy presionados con los promedios. Nadie se esperó que les metiéramos seis”, recordó sobre aquel partido de 2013.

“Ahora cambiamos de tribuna por el viento, pero acá estamos un poco acostumbrados. No sé si tan fuerte, pero es cotidiano”, concluyó el fanático, que al igual que toda una provincia, se vio alterado por el viento sanjuanino que se transformó en el protagonista de la jornada.

El puntero desaprovechó una buena chance

En el cierre de la fecha 30 de la Primera Nacional, Almirante Brown empató en Santiago del Estero, ante Güemes y no pudo ampliar su ventaja en la tabla. La “fragata” igualó 0-0 y llegó a 51 puntos, por lo que mantiene la diferencia con su perseguidor, Agropecuario, que había empatado el domingo. En otros partidos del lunes Defensores Unidos y Temperley empataron 1-1, Nueva Chicago derrotó a Flandria por 1-0; Gimnasia de Mendoza venció a Estudiantes de Río Cuarto por 1-0 y se metió en zona de Reducido.