El banquero Massimo Segre organizó una fiesta en su mansión de Turín, al norte de Italia, con la excusa de festejar el cumpleaños de su pareja y celebrar su compromiso. Sin embargo, desató un escándalo cuando el hombre dio un discurso exponiendo la infidelidad de su pareja, la empresaria Cristina Seymandi frente a todos sus amigos y familiares. El conflicto podría terminar con una denuncia penal.
En un momento de la noche, Massimo Segre y su pareja se acercaron a la mesa del DJ, ella dijo unas palabras y él le quitó el micrófono de las manos. Todos los invitados pensaron que anunciaría una fecha para el casamiento, luego de que él diera las gracias y reconociera estar emocionado.
"Estoy muy emocionado, suelo hablar improvisando, pero no quiero correr el riesgo de cometer un error", comenzó diciendo y agregó: “Te daré el mayor de los regalos. El regalo que te doy es la libertad. No me casaré contigo", estableció Segre en público.
“Siempre he pensado que amar a una persona es desear su bien, incluso más que el propio. En este caso, deseo dar a Cristina la libertad de amar. En concreto, a otra persona, un conocido abogado”, lanzó el banquero. “Querida Cristina, sé lo enamorada que estás mental y sexualmente de él, como le has confiado. Y se que antes de él tuviste una relación con un conocido industrial", anunció Segre.
Frente a los 100 invitados, el hombre aclaró: “No crean que me complace quedar como un cornudo delante de todos ustedes”, y continuó: “Querida Cristina, vete a Mikonos con tu abogado. Sé feliz con él, está todo pagado, al igual que el viaje a Vietnam”, le informó.
El discurso de Massimo Segre duró unos cinco minutos y fue filmado por un invitado, aunque no se conoce quién lo filtró. Hasta este vergonzoso momento para la clase alta italiana, ambos eran respetados y admirados por sus orígenes familiares y logros profesionales.
Él la escrachó por infidelidad y ella lo demandará por violencia de género
Tal como informó El País, Seymandi se considera víctima de “violencia de género”. Definió el accionar de su ahora ex pareja como un gesto de “violencia aberrante” y aseguró que analiza iniciar acciones legales contra él.
“Cuando empezó a hablar pensé que era una broma. Luego me quedé petrificada. Fue un acto de violencia aberrante. Por no hablar de los comentarios en las redes sociales con palabras y frases obscenas. Si hubiera ocurrido lo mismo con las partes invertidas, las reacciones habrían sido muy diferentes. En cambio, soy mujer, y en este mundo eso marca una gran diferencia”, se defendió en una entrevista con el diario Il Corriere della Sera.
Y agregó: “Podría haber buscado el diálogo conmigo. Tal vez habríamos llegado a las mismas conclusiones, pero de una manera completamente diferente. Prefirió hacer esto, echarlo todo por la borda, causando tanto dolor a todo el mundo, y no entiendo por qué. Las cosas serias se solucionan de otra manera”.