Bolsonaro, el fraude y las máquinas de votación

Bolsonaro, el fraude y las máquinas de votación

Un hacker brasileño dijo ante una comisión del Congreso que el ex mandatario le pidió que manipulara una urna electrónica. “Me dio carta blanca para actuar en la ilegalidad”.

Jair Bolsonaro. Jair Bolsonaro.
18 Agosto 2023

BRASILIA, Brasil.- Un hacker brasileño dijo en una investigación del Congreso que el ex presidente Jair Bolsonaro le pidió que manipulara una máquina de votación electrónica para demostrar que el sistema electoral de Brasil era vulnerable al fraude durante la campaña del año pasado.

El programador informático Walter Delgatti dijo a los legisladores que se reunió en agosto con Bolsonaro, quien le pidió que discutiera la idea con expertos del ministerio de Defensa y le ofreció perdonarlo si sufría consecuencias legales.

“Me dio un cheque en blanco para hacer lo que quisiera con las máquinas de votación”, dijo Delgatti a la investigación. “La idea era tomar una máquina (...) para poder instalar allí mi aplicación y demostrar a la población que es posible pulsar el botón de un voto y acabar con otro”.

Delgatti dijo que su reunión con Bolsonaro fue organizada por la legisladora de derecha Carla Zambelli, quien le pagó 40.000 reales (8.000 dólares) por sus servicios. Agregó que nunca logró hackear una máquina de votación para mostrar un resultado manipulado como Bolsonaro había solicitado.

El testimonio se produce después de que un tribunal electoral declarara a Bolsonaro inelegible para cargos públicos hasta 2030 por abusar de sus poderes presidenciales para socavar la confianza en el sistema electoral de Brasil. Los aliados del ex mandatario temen que termine enfrentando cargos penales.

Las acusaciones de Delgatti fueron rechazadas por un portavoz de Bolsonaro, su ex secretario de prensa Fabio Wajngarten, quien dijo que el hacker estaba mintiendo.

“En ningún momento se consideró el uso de expertos informáticos en la campaña electoral del presidente”, publicó Wajngarten en la red social X.

Wajngarten también negó la versión de Delgatti de que Bolsonaro le dijo por teléfono que habían intervenido la línea del juez de la Corte Suprema Alexandre de Moraes, que dirigía las investigaciones sobre los ataques del presidente al sistema de votación brasileño.

“Nunca, nunca hubo una escucha telefónica, ni ningún acto ilegal o no republicano contra una institución política en Brasil por parte del principal entorno del presidente. Mentiras, mentiras, mentiras”, afirmó.

El abogado de Zambelli, Daniel León Bialski, dijo que ella rechazaba cualquier acusación de conducta ilegal y acusó a Delgatti de distorsionar los hechos.

Bolsonaro perdió por estrecho margen las elecciones del año pasado frente a Luiz Inácio Lula da Silva, y nunca admitió su derrota, manteniendo desde la campaña su argumento de que el sistema de votación era vulnerable al fraude.

Bolsonaro enfrenta varias investigaciones sobre sus ataques al sistema de votación y su presunto papel en alentar a sus partidarios a asaltar edificios gubernamentales una semana después de que Lula asumiera el cargo.

Una fuente cercana a la familia Bolsonaro, que pidió permanecer en el anonimato, dijo que el testimonio de Delgatti hacía probable una orden de arresto contra el ex presidente. “Las pruebas aportadas por el hacker, si son probadas, pueden conducir a un arresto inmediato”, dijo la fuente.

La investigación sobre los disturbios del 8 de enero en Brasilia, pocos días después de la asunción de Lula, llevó a la policía federal de Brasil a hacer una nueva ronda de redadas. Ese día, partidarios de Bolsonaro se movilizaron desde distintas partes del país e irrumpieron en edificios gubernamentales.

La policía, según un comunicado, estaba cumpliendo 10 órdenes de arresto y 16 órdenes de registro e incautación en cinco estados y el distrito federal, donde se encuentra Brasilia.

Las redadas representan la decimocuarta fase de una operación lanzada a mediados de enero para identificar a personas que participaron, financiaron o fomentaron los disturbios, en los que una multitud invadió y saqueó el Congreso, el palacio presidencial y el Supremo Tribunal Federal.

La policía no reveló los nombres de las personas buscadas, pero dijo que estaban siendo investigadas por delitos de “abolición violenta del Estado de derecho, golpe de Estado, daños cualificados, asociación ilícita, incitación, destrucción y daños a bienes especialmente protegidos”.

Los objetivos de las redadas eran sospechosos de fomentar un movimiento violento conocido como “Festa da Selma”, nombre en clave utilizado por los alborotadores para referirse a las invasiones.

El ministro de Justicia, Flavio Dino, confirmó la operación en una publicación en la plataforma de redes sociales. Todas las órdenes que se estaban cumpliendo habían sido emitidas por el Supremo Tribunal Federal, informó la policía. (Reuters)

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