“Estoy feliz con la decisión tomada, fue totalmente diferente a París”. El Leo Messi que brindó la primera conferencia de prensa desde su arribo a Estados Unidos contagió distensión, sonrisas y muchísima paz. Era la imagen de un hombre satisfecho. Si Barcelona es su lugar en el mundo, puede que Miami le esté movilizando sentimientos similares. “Vine a disfrutar del fútbol”, subrayó, un mensaje clarísimo. Todo eso que no encontró en Francia lo está capitalizando en el nuevo hogar.
“Fue mucho más fácil de lo que pensábamos -sostuvo-. La experiencia de cambiar de Barcelona a Francia había sido muy complicada. Esta decisión pasó por muchísimas cuestiones y se tomó con la familia en general. Lo pensé con mi mujer y también con mis hijos. Vine a jugar, que es lo que más me gustó durante toda mi vida. Por eso elegí este lugar”.
Messi todavía está acomodándose en Miami, buscando casa y preparando el año escolar de los chicos. Pero la adaptación marcha a toda velocidad y, según destacó, eso se debe al cariño de la gente. “Espectacular”, así lo sintetizó.
¿Y qué pasa con el fútbol? “Sería increíble ganar esta final”, remarcó. Inter está a pocas horas de definir la Leagues Cup de visitante, ante Nashville. “Vinimos para eso, para ayudar al club a conseguir títulos”, remarcó, y cuando le preguntaron sobre la posibilidad de ganar el octavo Balón de Oro fue contundente: “no lo pienso. Si llega, bien. Si no, no pasa nada”.