Homenaje a Federico Nieva: “Una buena vida integra el arte como algo fundamental”

“Mis metas más importantes son internas. Buscar la plenitud que está dentro nuestro, la afinación interior así como lo hacemos con los instrumentos, para vivir buenas vidas, que integre el arte como algo fundamental, lo trae paz y armonía”, afirma Silvina López, la guitarrista que protagonizará esta noche la segunda jornada en homenaje al tucumano Federico Nieva, desde las 21 y en el Centro Cultural Virla (25 de Mayo 265), con entrada libre y gratuita.

En su definición de objetivos vitales, en diálogo con LA GACETA, la artista nacida en Paraná y formada en su Escuela de Música, Danza y Teatro y en la Universidad de Québec en Montreal, Canadá, agrega “tener una vida ordenada, en solidaridad, sencilla, de percibirnos bien a nosotros mismos y a la realidad en la que vivimos, percibir a los demás y dar lo mejor, estar al servicio”. Su archivo incluye numerosos premios y conciertos internacionales, haber integrado el Carlos Aguirre Grupo y discos con otros músicos y solistas.

- ¿En el recital vas a tocar solo instrumental o habrá también temas cantados?

- Para mí, cantar es natural. Canto-guitarra es una unión que me gusta, que me hace florecer. Voy a hacer una convivencia de ambos mundos, arte superior y maravilloso. Cuando a los siete años empecé con la guitarra gracias a mi mamá, que me preguntó si quería estudiar -ella había absorbido años maravillosos del folclore argentino-, empecé un camino que el año que viene cumple 50 años. Canté desde niña, aunque en el Conservatorio de Paraná la canción no estaba como prioridad sino que era la interpretación en el instrumento. Me sumergí en la guitarra con pasión y con muchas horas de mi vida, y ahora le dí rienda suelta al gran amor de cantar, siento que me completo.

- En el recital vas a homenajear a Miguel Zurdo Martínez, Walter Heinze y Eduardo Falú: ¿qué obras vas a interpretar y por qué?

- De estos tres maestros del alma y de la guitarra heredé muchísimas cosas: el sonido como una expresión profunda de la identidad, el respeto y el compromiso total con la música y la guitarra, la profundidad, la coherencia de la forma de vivir... Compartí mucho con Walter y con el Zurdo y veía cómo sus vidas eran una gran composición musical, referencias en lo humano más allá de la belleza de sus composiciones, me impregnaron de sus vidas. Los tres tuvieron mucho amor y compromiso con el paisaje, especialmente Martínez. Puedo tocar arreglos muy difícil de Falú y cantar también, lo que no es fácil porque él los unía de modo perfecto. El recital se llama “Guitarra profunda” porque me encanta poder reunir a tres grandes maestros argentinos del instrumento. Del Zurdo y de Walter haré temas instrumentales; así, de Martínez interpretaré tres piezas de un hombre que ama la naturaleza, reunidas en su tríptico “De mi guitarra a...”.

- ¿Cómo te llega el legado de Nieva?

- Llega a mi vida como un empujón, como una gran fuerza, como esa certeza de que todos los legados puros y auténticos de los músicos que abrieron camino siguen vivos, vigentes y están ahí para que los tomemos y les demos continuidad. Inunda mi corazón y mis manos y confirma mi amor en el folclore como una identidad fundamental de mi ser musical. Este homenaje es un gesto de amor entrañable que le hace Cecilia Nieva a su padre, es precioso formar parte.

- ¿Cómo es tu agenda?

- Es suave y hermosa, me gusta vivir simple, meditar, contemplar, tener tiempos, nada alocado. Luego de Tucumán tengo una actividad de una semana con los adventistas en su Universidad del Plata, en un encuentro internacional de música; y luego una invitación de Juan Falú para dar clases y actuar en Guitarras del Mundo. Y en noviembre estaré en San Lorenzo con repertorio de María Elena Walsh.