Las recetas del outsider de la política que ganó circunstancialmente las PASO recientemente no son nuevas, son viejas. Es necesario señalar que dicho sistema, implementado en Chile durante la dictadura de Pinochet, ha sido un fracaso desde su inicio. La privatización de la educación y la transferencia de recursos públicos a instituciones privadas había generado mayores niveles de injusticia y desigualdad en el acceso a la educación, así como un incremento del descontento entre padres, estudiantes y docentes. Como defensores de la educación pública gratuita y de calidad, exigimos que el Estado asuma la responsabilidad de invertir en la educación del pueblo y no dejarla en manos del mercado (mercantilización de la educación). Es hora de tomar medidas para revertir el posible daño que pueda causar como pasó en el país transandino debido a la aplicación del modelo neoliberal y garantizar una educación de calidad y equitativa para todos. El modelo de vouchers educativos ha perjudicado a los docentes en Chile al reducir sus salarios, empeorar sus condiciones laborales y debilitar su capacidad de organización sindical. En consecuencia, este fracaso de la privatización en Chile de la educación pública se vio en los años 90 y 2000 en el vecino país, volviendo atrás con su aplicación en plena era de Piñera. La pregunta es: ¿vamos a copiar estos modelos fracasados?
Marcelo Boullhesen