En 40 días, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) revelará su informe sobre la Pobreza e Indigencia del primer semestre del año. El dato no sorprenderá porque la inflación acumulada en ese período ha sido del 50%, con lo que el índice en el Gran Tucumán-Tafí Viejo puede superar el 45% de la población del principal aglomerado urbano de la provincia. Si uno lo traduce en cifras, cerca de 415.000 personas no pueden reunir los ingresos mínimos para costear sus alimentos y servicios básicos.
El segundo semestre, a su vez, ingresó con dos velocidades. Por ejemplo, la inflación tucumana de julio ha sido del 7,1% y los principales aumentos se registraron en rubros ligados a la clase media. Las tarifas de los servicios públicos privatizados han evidenciado un incremento del 10,6% durante el mes pasado. Está vinculado a la división “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles”. Lo particular hace la diferencia: el cargo fijo del servicio de electricidad ha subido un 24,8%, ya que la segmentación tarifaria aplicada por el Gobierno nacional sacó el subsidio a la clase media, Las prendas de vestir y el calzado aumentaron un 9,4%, mientras los alquileres lo hicieron a un promedio mensual del 9%.
Tomando en cuenta el Índice Barrial de Precios del Instituto de Investigación Social, Económica y Política (ISEPCi), la Canasta Básica Total (CBT) calculada con los precios relevados en los barrios del Gran San Miguel de Tucumán llegó en julio a $ 216.128,55 para una familia tipo. A su vez, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que marca el límite de ingresos para no caer en la indigencia, trepó a $ 96.918,63 mensuales para un matrimonio con dos hijos pequeños.. La variación acumulada es de 68,79% para la CBA, y de 65,18% para la CBT, indica el reporte al que accedió LA GACETA.
La inflación de agosto padecerá todo el efecto de la devaluación del 22% del tipo de cambio oficial y del 25% de reajuste inicial en la lista de precios de los alimentos. Las consultoras privadas anticipan que la tasa mensual puede promediar un 12% en este agosto y posiblemente se extienda también a septiembre. Esto quiere decir que el encarecimiento de la CBT rondará los $ 26.000, mientras el mayor costo de la canasta alimentaria puede ser de $ 11.600 en el mes.
Los almacenes de barrio son el termómetro más directo de los precios. Tomando como referencia el trabajo del ISEPCi, los artículos de almacén subieron un 73% en lo que va del año, con un mayor encarecimiento en azúcar (287%); en arroz y fideos del orden del 180% interanual y puré de tomates o manteca de un 150%. Las verdulerías, a su vex, experimentaron subas promedios del 148,41% respecto de julio del año pasado y casi 77% en lo que va del año.
El mayor retraso se observa en las ventas de las carnicerías. Según el reporte privado, el reajuste en los primeros siete meses del año ha sido del 57% y de un 72% en la comparación interanual. Poco a poco irá desapareciendo la carne de la alimentación de la franja poblacional que necesita $ 3.126 diarios, en promedio, sólo para comer.
El salario promedio de la provincia alcanza para alimentarse, pero en muchos casos roza el valor de la Canasta Básica Total, es decir, alimentos más servicios básicos. Una inflación anual del 150% sólo contribuirá a mostrar la faceta más dura de la realidad argentina: cuatro de cada 10 habitantes son pobres y por casi siete de cada 10 niños y adolescentes se encuentran en esa condición social. Así, el futuro sigue hipotecado por la pobreza.