A las demoras en los pagos de obras públicas se suma la incertidumbre económica
Tras las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias del domingo pasado, la economía argentina atraviesa un momento de total incertidumbre que se agravó por la devaluación dispuesta por el gobierno nacional. Uno de los sectores más afectados es el de la construcción, y el presidente de la Cámara de Construcción de Tucumán, Jorge Garber, analizó los motivos y aseveró que las obras públicas muestran una significativa demora.
“La situación ha cambiado radicalmente del viernes al lunes, cuando empecé a recibir una serie de llamados de empresarios diciéndome que no se estaban respetando las órdenes de compra emitidas el viernes. Esto se dio porque los proveedores habían perdido el valor de referencia con respecto a los materiales necesarios para la ejecución de obras”, detalló Garber, en diálogo con el programa “La Gaceta Central”, de LG Play.
“El problema es que hoy sigue la pausa en los corralones, en los proveedores, sin valores de referencia. Estamos preocupados porque las obras están trabajando con los materiales acopiados, pero eso se termina en algún momento. Hoy tenemos la incertidumbre de no saber cuándo vamos a poder volver a comprar”, continuó el empresario constructor.
Garber aclaró que en Tucumán no hay obras detenidas. Sin embargo, señaló que las de carácter público sí están ralentizadas, aunque no tiene que ver, por ahora, con la falta de valores de referencia. “Venimos atravesando una falta de fluidez en el envío de fondos por parte de Buenos Aires en la redeterminación de precios”, explicó al respecto.
Sobre las obras públicas, el empresario indicó que “los certificados base, que son los certificados que tienen el valor de origen, se vienen pagando; están prácticamente están al día”. El problema, apuntaló, es que no se están pagando con la actualización al día, lo que también genera dolores de cabeza para las empresas.
Otro problema, agregó Garber, es la falta de combustible. También como consecuencia de la falta de valor de referencia, muchas estaciones de servicio no estuvieron cargando nafta, algo que impacta directamente. “Hay obras como la de Benjamín Paz (la nueva cárcel) que, al no tener combustible, no pueden funcionar porque tienen gran cantidad de maquinarias. No podemos mover las camionetas y el problema se ha tornado serio”, subrayó. Y dijo que, como solución, muchos empresarios locales estuvieron analizando la posibilidad de comprar en estaciones de servicio “fuera del ámbito de lo normal, para tratar de seguir trabajando, y no neutralizar los plazos de las obras”.
Comparación
“Todo esto recuerda el paso del tiempo, y si nos vamos más de 20 años atrás, cuando fue el 2001 nos encontramos con un caos general que también afectaba en general a toda la economía”, rememoró Garber, aunque marcó distancia entre la situación del país, y más específicamente de la provincia, con aquel entonces.
La diferencia, dijo, es que sí hay proyectos en ejecución. “La diferencia es brutal en el sentido de que hoy los tucumanos estamos trabajando, tenemos un montón de obras. En su momento no teníamos nada, estábamos angustiados por la falta de trabajo, y por un contexto en el que no teníamos salida. Hoy sabemos que esto de alguna manera tiene que arreglarse, porque las obras no pueden quedar a la mitad”, afirmó. En ese sentido, aseguró que “los empresarios tenemos un compromiso con la gente, con el Gobierno de la provincia, y estamos buscando la solución porque queremos que esas obras se terminen”.
Justamente, el compromiso con la gente se asienta en la cantidad de trabajadores que dependen de las obras de construcción, tanto públicas como privadas. “Hoy estamos hablando de entre 4.000 y 5.000 personas en la obra pública; la obra privada puede llevar, entre lo que es Uocra y algún contratista, unas 2.000, 2.500 más. Esta incertidumbre, si bien estamos iniciando las obras, genera angustia en las empresas”, analizó Garber.