KAHULUI, Hawaii.- El gobernador de Hawaii, Josh Green, calificó de “zona de guerra” la parte de la isla de Maui devastada por los incendios forestales, mientras el número de muertos ascendía a 93 y se esperaba que siguiera aumentando.
Un incendio que se extendió rápidamente el martes envolvió la costa noroeste de Maui, arrasando la histórica ciudad turística de Lahaina y destruyendo casi todo a su paso.
Días después del infierno, las dotaciones de bomberos seguían luchando contra las llamaradas y los perros rastreaban ruinas calcinadas de la ciudad en busca de víctimas, mientras los supervivientes y las autoridades medían la magnitud del desastre.
“En este momento, todavía estamos en la fase aguda de esta recuperación, lo que significa que todavía estamos recuperando la trágica pérdida de vidas”, dijo Green.
El gobernador, que advirtió el sábado de que el número de víctimas mortales aumentaría, se comprometió de nuevo a investigar la respuesta al incendio y los sistemas de notificación de emergencia después de que residentes cuestionaran si se podría haber hecho más para dar aviso antes de que llegara en fuego y sus casas fueran destruidas. Algunas personas se vieron obligadas a vadear el océano Pacífico para escapar de las llamas.
Las sirenas colocadas alrededor de la isla -destinadas a avisar de catástrofes naturales inminentes- nunca sonaron, y los cortes generalizados de electricidad y telefonía móvil dificultaron otras formas de alerta.
Es la peor catástrofe natural de Hawaii, que supera a un tsunami que mató a 61 personas en 1960, un año después de que Hawaii se convirtiera en estado de Estados Unidos.
La cifra de muertos también superó la del incendio de 2018 en la localidad californiana de Paradise, en el que perecieron 86 personas, y fue la más alta en un incendio forestal desde 1918, cuando 453 personas murieron en en Cloquet, dijo la Asociación Nacional de Protección contra Incendios.
El gobierno consiguió 1.000 habitaciones de hotel para quienes perdieron sus hogares y están organizando para que propiedades de alquiler sirvan de alojamiento sin costo para las familias. Unas 1.400 personas habían sido acogidas en refugios.
El costo de la reconstrucción de Lahaina se estimó en 5.500 millones de dólares, según la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA). La directora de esa agencia, Deanne Criswell, anunció que hay 150 personas sobre el terreno, y que en uno o dos días llegarían más equipos de búsqueda y perros.
Panorama sombrío
Las autoridades comenzaron a permitir el regreso de los residentes al oeste de Maui el viernes, aunque la zona del incendio en Lahaina permaneció cerrada. El gobernador dijo que aún es un lugar peligroso debido a la toxicidad de las ruinas humeantes.
Cientos de personas seguían desaparecidas, aunque no estaba claro el recuento exacto.
“Cuando intentamos levantar y abrazar a los que hemos perdido, prácticamente no hay nada”, lamentó Green. El estado de los cuerpos podría complicar los esfuerzos de identificación, con sólo dos víctimas identificadas hasta el sábado, dijeron funcionarios del condado de Maui.
La catástrofe comenzó a la medianoche del martes, cuando se declaró un incendio de matorrales en la localidad de Kula, a 55 kilómetros de Lahaina.
Unas cinco horas más tarde, se cortó la electricidad en Lahaina. En las actualizaciones publicadas en Facebook esa mañana, el condado de Maui dijo que el incendio había sido controlado a las 10. Las actualizaciones posteriores se centraron en el incendio de Kula, que había afectado cientos de hectáreas y obligado a evacuaciones locales. Hacia las 15.30, se declaró el incendio de Lahaina.
Algunos residentes empezaron a evacuar la zona y se ordenó a los huéspedes de los hoteles de la zona oeste de la ciudad que se refugiaran en el lugar donde se encontraban. (Reuters)