La detención de un policía reveló las nuevas rutas de la droga en Tucumán

En las investigaciones por narcotráfico un dato, que puede ser un nombre, un lugar, un celular o un vehículo, entre otros elementos, termina transformándose en un hilo conductor que revela una organización poderosa. Eso es lo que está sucediendo en nuestra provincia. La detención de un policía en actividad dejó al descubierto una banda que recibía grandes cantidades de droga a través de vuelos narcos, la enfriaba en localidades del este tucumano y la distribuía a nivel nacional. La causa, investigada por el fiscal federal Pablo Camuña, está llena de conexiones que darán mucho que hablar.

El agente Richard Leopoldo Nadal quedó detenido el lunes cuando se presentó a declarar ante el juez Fernando Poviña. El uniformado, oriundo de 7 de abril, hijo y sobrino de policías, fue acusado de conseguir pistas clandestinas para recibir cocaína de Bolivia y marihuana de Paraguay por vía aérea y brindar seguridad a una banda. El agente de la fuerza, que estará sentado en el banquillo de los acusados en el juicio por la sedición policial que derivó en los saqueos de diciembre de 2013, desde hace más de 10 años que era investigado por la Justicia Federal y sólo dejó de prestar servicios definitivamente desde hace menos de una semana. “Tenía banca”, aseguró una fuente de la fuerza. Aunque el nombre se mantiene en reserva, se trataría de un ex comisario que está vinculado al poder político.

Extraoficialmente se informó que Nadal en 2008 habría comenzado a tener vínculos con Domingo Alberto Caro, conocido como “El Hombre sin rostro”, ya que a pesar de estar cerca de sumar su tercera condena por tráfico de estupefacientes, por diferentes razones, nunca pudo ser retratado. El nombre del efectivo de la fuerza apareció por primera vez en un expediente en 2012. Y la manera en la que quedó complicado es digna de una escena de una serie de Netflix.

En julio de 2012, un juez federal de la localidad chaqueña de Reconquista le informó a un par tucumano que una comisión de la Policía Federal se instalaría en la provincia porque tenía información de que una avioneta que saldría con marihuana desde tierra paraguaya aterrizaría en la localidad santiagueña de Nueva Esperanza y que de allí ingresaría a la provincia, puesto que el comprador era el tucumano Caro. Pero algo salió mal. Policías de la zona detectaron una camioneta con 130 kilos de marihuana. Allí apareció el nombre de Nadal.

Según la información a la que tuvo acceso LA GACETA, el jefe de la organización llamó al policía para que lo ayudara. Este hizo un contacto con los compañeros de la fuerza -nunca fueron identificados- y a cambio de $30.000 (en esos tiempos unos U$S5.000) liberarían al conductor Carlos Alberto Guerrero. A bordo de un taxi, María Alejandra Morán (esposa de Caro) recorrió los más de 150 kilómetros con el dinero para pagar la coima y todo quedaría en la nada. Pero faltaba un detalle: la presencia de los federales que estaban en el lugar encubiertos. Los hombres de la fuerza nacional detuvieron a la mujer y secuestraron la droga. Ambos fueron procesados por ese caso.

Dura realidad

A raíz de esa causa, Camuña inició otro expediente. Allí acusaron a Caro de ser el dueño del cargamento, a Nadal de brindar el “servicio”, a Héctor “El Gordo” Pérez por ser el dueño de la camioneta en la que se trasladó la droga y a Eduardo del Valle “Pocho” Ruiz, al menos allegado al policía y dueño del campo donde aterrizó la avioneta con la droga.

Todos los mencionados negaron haber tenido algún tipo de participación en el episodio, pero los fiscales tenían importantes pruebas en su contra. Una de ellas es una escucha telefónica entre el policía y Ruiz:

- “Pocho”: ¿sabes que me quedaron seis paquetes donde estaban primero? La otra madera para otro lado lo he sacado.

- Nadal: Bueno… No hay drama.

- “Pocho”: Bueno. Voy a ver si esta noche puedo hacer otro viaje más.

- Nadal: Sí, ponelo en otro lado nada más.

Más dudas

Los investigadores observaron detenidamente la carrera de Nadal en la fuerza. Entre 2009 y 2012 fue miembro de la Dirección General de Drogas Peligrosas. Eran tiempos en los que comenzaron a investigar a Caro. Se hicieron varios allanamientos en su contra, pero nunca tuvieron resultados positivos.

“Creo que Guerrero me nombra a mí porque me conoce por haber investigado a Caro. También mencionó a otros comisarios. Evidentemente quiere perjudicarme”, declaró cuando comenzó a ser investigado y reconoció que su padre tenía un campo de 76 hectáreas en el departamento Burruyacu, donde él vivía, según la acusación en su contra.

El efectivo fue trasladado a la seccional 5ª. Los fiscales dijeron que llamativamente no hay informes en el legajo de Nadal durante unos siete meses, tiempo en el que se registró el caso por el que está detenido. Al poco tiempo fue separado de la fuerza por la sedición. “Fue uno de los pocos que fue reincorporado al servicio rápidamente. Él dijo que no tenía nada que ver y que sólo había estado con los huelguistas porque sus jefes le ordenaron que hiciera una lista con su nombre”, comentó una fuente.

Luego fue trasladado a prestar servicios en la comisaría de Amaicha del Valle. Muchos de sus ex compañeros señalaron que ese destino es sinónimo de castigo. “Es como que te manden a Siberia”, indicó uno de ellos. Pero esa localidad es atravesada por la ruta 307, que conecta con la nacional y mítica ruta 40. “Esos caminos se están afianzando como el nuevo corredor de cocaína en la región”, explicó el fiscal federal de Catamarca Rafael Vehils Ruiz. En menos de tres años, en los Valles Calchaquíes se secuestraron más de 1.500 kilos.

También se supo que Nadal tuvo un paso por la Brigada de Investigaciones Oeste. Cuando estaba destinado allí, cinco policías asaltaron a un supuesto transa de Famaillá. Por ese caso, tres uniformados fueron condenados y quedaron vinculados a la banda de narcopolicías que están sospechados de secuestrar narcos. Dos miembros de ese grupo siguen sin ser identificados.

El agente de la fuerza formaba parte del personal de la comisaría de Aguilares, un municipio en que la Policía Federal puso sus ojos por los informes de inteligencia que daban cuenta de una creciente actividad narco relacionada con organizaciones criminales nacionales. Nombres que generaron preocupación, pero el objetivo de poner una dependencia quedó trunca por las quejas de los habitantes de Concepción.

Personajes conocidos
Finaliza un histórico juicio en Catamarca

Mientras en Tucumán se confirmaba un nuevo proceso en su contra, Domingo Alberto Caro estaba siendo juzgado en Catamarca al estar acusado de ser uno de los proveedores de una red de narcomenudeo en esa provincia. El caso se registró en junio de 2019 cuando Gendarmería Nacional descubrió un envío de 30 kilos de marihuana desde Tucumán a esas tierras.

En el caso también están siendo juzgadas dos personas vinculadas a “Dominguín”, como se lo conoce al narco. Uno de ellos es José Roberto “Ruso” Leirman (foto), un ex policía que habría sido un sicario que trabajó para el Comando Atila. El hombre, de 81 años, fue acusado de haber participado en al menos tres crímenes por encargo, pero sólo fue condenado por sólo uno: el del abogado salteño Miguel Escalada, registrado en junio de 1993.

Por ese caso fue condenado a prisión perpetua en Salta. La Justicia de esa provincia, para no que no cortara el vínculo con su familia, aceptó que cumpliera la pena en la cárcel de Villa Urquiza. Luego, por problemas de salud, le dio el arresto domiciliario. Desde su quinta ubicada en El Cevilar, según la acusación, se habría dedicado al tráfico de drogas..
También podría ser condenada por este causa Carolina Lizárraga, pareja de “Domiguín” que fue sorprendida con la droga. El mismo final tuvo la otra pareja del tucumano.
Según la investigación, transas catamarqueños compraron la marihuana a Caro (que estaba detenido) y a Leirman (cumplía con arresto domiciliario) que se proveían de la sustancia adquiriendo a una mujer paraguaya que posiblemente la recibía en vuelos narcos que arrojaban la droga en Santa Fe y de allí la trasladaban a Buenos Aires para luego distribuirla a varias provincias del país.

“Este es el resultado de una investigación que dio con todos los eslabones”, aseguró el fiscal federal de Catamarca Rafael Vehil Ruiz. “También es una prueba que la provincialización de la lucha contra el narcomenudeo es una lenta manera de asesinar a las investigaciones contra las organizaciones que se dedican al tráfico de droga”, finalizó.