Investigan la muerte del preso que generó un violento motín

Investigan la muerte del preso que generó un violento motín

El detenido que murió tenía colocada una cánula traqueal. Un lugar inapropiado.

CRISIS. En la seccional había 53 detenidos; tenía capacidad para 21.  CRISIS. En la seccional había 53 detenidos; tenía capacidad para 21.

“Los chicos reaccionaron por una causa justa. No tenían pensado hacer nada malo, pero ahora se vieron obligados a hacerlo”, indicó María Florencia Ramírez en la puerta de la seccional 3a. Ella es pareja de uno de los detenidos que protagonizaron un motín ayer a la madrugada. “Hicieron líos porque uno de los chicos se murió porque lo tenían como a un perro”, añadió la joven que está embarazada de seis meses y espera que el padre de su hijo quede en libertad antes de que nazca. Ese chico, como lo llamó la mujer, era un condenado por robo que tenía una traqueotomía y que desde hace más de dos años deambulaba por los calabozos de las dependencias policiales esperando su traslado al penal de Villa Urquiza, donde legalmente debería haber estado alojado. El caso ya está en manos de la Justicia.

Facundo Nicolás Salazar (24) fue procesado en 2021 por una causa de robo agravado. Según confirmaron fuentes judiciales, fue condenado a ocho años de prisión. Desde hace por lo menos dos años que esperaba su traslado a la cárcel, pero nunca se concretó por falta de cupo en la unidad carcelaria. Por cercanía a su domicilio, fue ubicado en un calabozo de la seccional 8a.

Por las condiciones de encierro que había en ese lugar, fue trasladado al arresto de la 3a. Pero la situación no era muy diferente. Compartía encierro con otras 53 personas, cuando en realidad tiene capacidad para 21. “Cuando llegó a esta comisaría ya tenía una cánula traqueal. Es lo único que sabemos”, explicó el comisario Julio Gutiérrez.

“Imagínese cómo una persona con ese problema puede convivir hacinado con otros presos”, explicó Juana, madre de uno de los detenidos. “Los changos eran los responsables de cuidarlos. Ellos lo curaban cuando estaba mal porque no siempre lo podían llevar a que lo vea un médico”, añadió.

Lazarte se descompensó el jueves por la noche. Como la ambulancia del 107 tardaba en llegar, los policías lo trasladaron en un móvil al Padilla, a donde ingresó sin vida. Los privados de libertad al enterarse de lo que había el final del condenado, generaron graves incidentes que duraron varias horas. Por la revuelta no hubo heridos, pero sí importantes daños materiales, ya que los detenidos rompieron las puertas de sus calabozos. Los uniformados secuestraron diferentes tipos de facas carcelarias que tenían para atacarlos.

El caso quedó en manos del fiscal Ignacio López Bustos, quien ordenó que se realizara una autopsia para confirmar el informe que daba cuenta de que el detenido había fallecido por una broncoaspiración. La causa podría ser enviada a su par Diego Hevia para que informe quién había ordenado que Lazarte, a pesar del problema de salud que padecía, fuera alojado allí. Otra cuestión es determinar por qué permanecía en una dependencia policial si la Corte Suprema de Justicia dispuso que condenados y procesados con prisión preventiva deben ser alojados en las cárceles.

Comentarios