Por Luis María Ruiz
11 Agosto 2023
FOTO LA GACETA / Inés Quinteros Orio
Sin acarreo permanente de votantes ni miles de movilizadores. Ni hablar de una reedición de la cacería de troqueles. Entre los referentes de la Capital se palpita que las PASO de este domingo 13 se verá una dinámica “mucho más tranquila” que las provinciales recientes. De hecho, si bien confían en que los votantes tucumanos sostendrán un nivel de concurrencia por encima de la media nacional, no descartan que la retracción de los “aparatos” pueda derivar en una disminución de la participación con relación a las elecciones del 11 de junio.
Al contrario de las últimas provinciales, en las que compitieron más de 18.000 postulantes a 347 cargos de orden local, en estas primarias nacionales competirán sólo ocho listas de precandidatos a diputado nacional y a parlamentario del Mercosur por Tucumán, además de una veintena de fórmulas presidenciales que pujan por llegar a las generales del 22 de octubre.
El clima electoral
A esto se suma que, si bien la dirigencia política se ocupó de retomar en estas semanas los encuentros con líderes territoriales y militantes, no tuvieron la masividad ni la frecuencia que habían mostrado los multitudinarios actos de campaña previos al 11-J.
Inclusive en las calles de la ciudad -gigantografías, cartelería, pantallas gigantes- se percibe en estos días clave una contienda mucho menos “intensa” que las provinciales.
De cara al domingo, un dirigente de la Capital con varias elecciones en su currículum presagió “pocos amontonamientos” en las escuelas.
Si bien sus cuadrillas se encargaron de repartir votos en distintos circuitos, la maquinaria electoral no dispondrá de combustible para activar todos sus engranajes en un ciento por ciento.
El traslado de votantes
De hecho, explicó que cada referente aportará su estructura, y de sus filas deberán salir los fiscales y algunos “movilizadores” que colaborarán con sus propios vehículos para llevar y traer votantes, aunque en números mucho más reducidos que en las provinciales. Así, no se espera una congestión de taxis y de autos particulares en las afueras de los centros de votación. En contrapartida, se podría ver más colectivos ocupados, teniendo en cuenta que el boleto será gratuito en los ámbitos urbano y suburbano durante el horario de los comicios.
En el interior anticipan un escenario similar al que describen en la Capital. Un armador peronista contó que, más allá de los pasacalles y de las pintadas a cargo de los militantes, se respira “un clima tranquilo” en municipios y comunas. Y consideró que la mayoría de los dirigentes que resultaron derrotados hace dos meses ahora “jugarán” sin demasiado ahínco.
Todos estos factores podrían traducirse en una caída en la participación. El 11 de junio, casi el 85% de los empadronados concurrió a las urnas (1.114.843 de un total de 1.312.532). Tanto en el oficialismo como en la oposición estiman que será difícil alcanzar un porcentaje similar en estos comicios. Por ello, uno de los interrogantes pasa por cuál será el espacio que más sufra y quién se verá beneficiado por el ausentismo ciudadano.
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