Las cargadas son parte del mundo del fútbol y en algunos casos pueden llegar a ser muy crueles. Así como cada vez que los extranjeros viajan al país y rompen billetes, los hinchas de Boca cargaron a los de Nacional con la crisis hídrica que sufre Uruguay desde hace algunos meses.
Más allá de la victoria de Boca, en las redes se viralizaron videos en los que se ve a un hincha derramando agua de una botella de plástico frente a los seguidores del “Bolso”. “Mirá yorugua, mirá uruguayo, agua p…, lávate las manos. Comprá agua”, gritó el hombre.
Mi top ahora es:
— 0800CJ (@0800Cj) August 10, 2023
1. Billetes quemados
2. Agua tirada
3. Imitaciones de mono pic.twitter.com/ZygsmGif6D
También, se difundió otra imagen en la que se puede ver a un hincha de Boca mostrándole una botella de agua a los fanáticos de Nacional. "¿Querés agua? A cierto que tu país no tiene", dice la consigna que acompaña la fotografía.
Vale recordar que los hinchas de Nacional que concurrieron al partido en la Bombonera llegaron varias horas antes del encuentro y se fueron varias horas después, en concordancia con el operativo de seguridad implementado.
Crisis hídrica: Uruguay se queda sin agua, en medio de su peor sequía
Una crisis hídrica sin precedentes y la peor sequía en 74 años ponen a Uruguay en una situación límite. El país se encuentra bajo alerta porque las reservas hídricas se ubican en mínimos históricos. Por ejemplo, las de la represa de Paso Severino bajaron casi 200.000 metros cúbicos y se ubican por debajo del 2%.
Las lluvias del fin de semana llevaron esperanza al gobierno y a la población. El aumento de las reservas en Paso Severino podrían alcanzar para otros 30 días de agua bebible en la zona metropolitana, pero todavía se estudian medidas en caso de que aumente la salinidad.
El 19 de junio, el gobierno uruguayo decretó la emergencia para la zona de Montevideo y sus alrededores, cuyo suministro de agua corriente permanece afectado desde mayo por la prolongada sequía. Algunos pronósticos prevén que no habrá lluvias significativas a corto plazo y el agua que sale de las canillas tiene gusto salado.
Las plantas potabilizadoras de agua y los sistemas de transporte trabajan a marchas forzadas para satisfacer la demanda de agua potable en el país. La falta de lluvias es el primer factor para explicar la escasez de agua, seguido de la falta de políticas públicas y obras hídricas para preservar el recurso.
El meteorólogo uruguayo Juan Luis Pérez señaló que ausencia de humedad, la falta de nubosidad y los debilitamientos de los vientos del este son fenómenos que explican la ausencia de lluvias en el área metropolitana del país. Si bien el investigador no responsabiliza al cambio climático por la falta de agua, aclara que el debilitamiento de los sistemas de vientos está relacionado directamente. “No es que sea el responsable (el cambio climático) de que en Uruguay no esté lloviendo, pero es una de las causas que provocó que esos sistemas de vientos se posicionaran de forma incorrecta”, aclara.
Uruguay tiene cuatro principales repositorios de agua dulce, de donde extrae el líquido para ciudades y poblados. El embalse de Paso Severino es la fuente mayor de agua para Montevideo y el área metropolitana. En menos de tres años y ante la falta de lluvia, ha quedado consumido casi en su totalidad. El sitio sólo mantiene el 2.6% de su caudal normal. El gobierno implementó medidas de emergencia ante la crisis. El presidente Luis Lacalle Pou anunció que usarán fuentes alternas, de ríos y lagos cercanos al Río de la Plata, para compensar la falta de servicio básico. El agua tomada de emergencia no es 100% potable y una tasa de salinidad mayor de la recomendada. Es bebible, pero de acuerdo con el diario uruguayo “El País”, existen reportes de malestares entre la población por el cambio de la fuente de agua. A medida que el agua se vuelve más salada, el Ministerio de Salud aumenta el nivel permitido de sodio en el recurso. Según datos de Montevidata, el valor máximo permitido era de 200 mg/l. Tras la emergencia y las medidas urgentes para solventar la escasez, las autoridades de salud determinaron un histórico de 720 mh/l.
Karina Rando, ministra de Salud Pública, aseguró que el agua actual de las ciudades es segura solo para personas que no tengan enfermedades relacionadas al consumo de sal, como hipertensión. También advirtió que, si no llueve lo suficiente en las próximas semanas, se seguirá usando cada vez más agua salada hasta el punto en el que las personas deberán beber únicamente agua embotellada. (Especial)