Acuña, en Tucumán: pedido para que la educación sea “esencial” y críticas a los gremios docentes
En el sprint final de la campaña rumbo a las PASO del domingo, quien hizo pie en Tucumán fue Soledad Acuña, ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires. La funcionaria de Horacio Rodríguez Larreta acompañó a Mariano Malmierca, postulante a diputado nacional, y propuso que la educación sea considerada un servicio esencial, para que las escuelas no puedan cerrar, pase lo que pase.
“Si antes de la cuarentena la educación ya venía cayendo, hoy estamos en una situación de emergencia. De esa emergencia se sale con más escuela, por lo que la educación debe ser declarada servicio esencial, que equilibra el derecho a parar con el derecho a aprender”, sugirió Acuña. “Significa que la educación no puede parar; la escuela no se puede cerrar. Si un docente para no puede cobrar, y aquel docente que trabaja tiene que cobrar más. Es una premisa muy simple”, sostuvo.
Esta política ya viene siendo aplicada por Acuña en la Ciudad de Buenos Aires, donde los docentes que realizan un paro, sufren el descuento de ese día no trabajado. “Un poco lo que falta en Argentina es poner los valores en orden, y reconocer al que hace las cosas bien, porque no da todo lo mismo”, indicó la ministra.
En esa línea, dijo que desde el equipo de trabajo del Jefe de Gobierno porteño, y a quien Acuña acompaña en su precandidatura presidencial como postulante al Parlasur, se está armando un esquema de reglas de juego que generen incentivos, premios y castigos. Más específicamente, ese sistema estará dirigido a las provincias, con cuyos gobiernos “se propiciarán convenios”, dijo Acuña, para poder alcanzar los 190 días de clase.
Además de pretender que la educación sea esencial, la ministra de Educación porteña explicó otras dos propuestas importantes en su programa. Por un lado, reveló la intención de aplicar una jornada extendida focalizada, destinada a los chicos que están por debajo del nivel esperado, y que se podrían aplicar a contraturno, o los días sábado.
Para eso, remarcó, es importante “generar evaluaciones que nos permitan saber cuánto saben, cuánto han aprendido nuestros chicos”, para poder, de esa forma, “darle a cada uno la cantidad de horas que necesita”. En esa línea, afirmó que las pruebas Aprender deben “ser fijas”, y funcionar “como guías, para saber qué hacer, y definir las políticas”.
La otra propuesta en la que Acuña hizo hincapié es en la implementación de un marco nacional de carrera profesional docente. “Las provincias van a poder firmar un acuerdo para sumarse, obviamente a cambio de recursos. Una revolución educativa, que es lo que necesitamos, no se puede hacer sin docentes, no solamente bien remunerados, sino con una carrera de desarrollo profesional”, explicó la ministra sobre la iniciativa.
Consultada por la posibilidad de sufrir una gran cantidad de paros docentes por parte de los distintos sindicatos, Acuña aseguró: “no les tenemos miedo, porque lo que busca el populismo educativo, y el populismo en general, es amedrentar. Ya nos han dicho de todas formas que cuando seamos gobierno, nos van a llenar de toneladas de piedras el Congreso para que no gobernemos”, desarrolló la ministra.
“El problema que ha tenido siempre la educación es que los sindicalistas han estado sentados en la mesa de decisión de los Ejecutivos, pidiéndoles permiso los gobernantes para hacer las cosas. Los sindicatos son un actor más, que discute reglas de juego, condiciones laborales, pero que no pueden necesariamente definir la política educativa”, argumentó la funcionaria porteña.