La fiebre por Lionel Messi en el fútbol de EEUU sigue en la cresta de la ola. Después de sus dos goles en el clásico contra Orlando City por 16avos de final de la Leagues Cup (ya lleva cinco en tres partidos), la expectativa por ver en acción al nuevo 10 de Inter Miami se traduce en entradas mucho más caras y que se agotan en un pestañeo. Hasta aquí, a la franquicia de Florida le ha tocado ser local en esos tres partidos, pero en la próxima ronda le tocará visitar Texas para enfrentar a Dallas FC, equipo de la Conferencia Oeste de la MLS. El club informó que las entradas para el partido del domingo, por octavos de final, se agotaron en apenas 18 minutos. Y si bien es cierto que los estadios de los equipos de la MLS tienen una capacidad bastante reducida comparada con los principales escenarios de Europa (el de Dallas puede albergar poco más de 21.000 espectadores), no deja de sorprender la enorme demanda de entradas para los partidos de Inter Miami a partir del arribo del capitán de la Selección.
Sin embargo, no todos están tan contentos con la presencia de Messi en la MLS. Así como muchos se atreven a poner en tela de juicio la legitimidad de la conquista argentina en el Mundial de Qatar, alegando que todo estuvo arreglado por la FIFA para que “Leo” fuera campeón en su presunta última aparición en una Copa del Mundo, no pocos cuestionan un supuesto “trato especial” de los árbitros para el siete veces ganador del Balón de Oro. “Hubo un par de jugadas que a lo mejor el aficionado raso no le pone atención, pero había una doble amarilla a ‘Leo’. No me importa que sea él, tiene que ser medido igual”, reclamó Óscar Pareja, entrenador de Orlando City. Antes, el capitán de Cruz Azul, Carlos Salcedo, había reclamado que el tiro libre que le habían cobrado a Messi - y que terminó en gol del 10- era “una vergüenza”.