La Orquesta Estable de la Provincia actúa gratis, dirigida por Joaquín de la Cuesta y con un estreno

La Orquesta Estable de la Provincia actúa gratis, dirigida por Joaquín de la Cuesta y con un estreno

La trayectoria y la experiencia del director español se expresará esta noche.

EXPERTO ESPAÑOL. Joaquín de la Cuesta conduce a la Orquesta Estable .  EXPERTO ESPAÑOL. Joaquín de la Cuesta conduce a la Orquesta Estable .

“Es un placer poder dirigir una de vuestras orquestas más importantes”, saluda Joaquín de la Cuesta. La trayectoria y la experiencia del director español se expresará esta noche, desde las 21 y en el teatro San Martín (avenida Sarmiento 601), cuando conduzca como invitado la Orquesta Estable de la Provincia.

“España Sinfónico” se llama el concierto, que tendrá además a Roberto Buffo como solista en piano. La entrada es libre y gratuita. La novedad es que se escuchará en estreno mundial el Concierto para Piano y Orquesta Nº 1 en Si bemol mayor, de Teobaldo Power.

- ¿Cómo descubre y recupera el concierto que hoy se escuchará en primera audición mundial?

- Como director me he especializado en la música sinfónica española del siglo XIX y primer tercio del XX. Parte de mi tiempo lo dedico a la investigación y en ese camino encontré primero a Power (vivió entre 1848 y 1884). En ese momento yo vivía en Canarias. Él es de Tenerife, pese a que su familia es de origen irlandés. Es uno de los grandes pianistas de la mitad del siglo XIX en España. Buscaba una sinfonía suya, que sigo sin encontrar, y me apareció el Concierto para Piano y Orquesta. Vi el manuscrito, lo pedí y trabajé con un editor americano, e hicimos la transcripción en casi tres años; lo editamos, y por un contacto con el maestro Jorge Bulacia Soler le propuse el programa español y esta obra que no se ha tocado nunca.

- ¿Qué presentarán esta noche?

- En aquella época los pianistas españoles iban a estudiar afuera, y París era el centro de referencia de muchos españoles e italianos. Las influencias son evidentes en toda la música europea y en toda la estilística que había en París. Cuando los compositores españoles volvían a España traían ese bagaje. Este concierto tiene unas características estilísticas por un lado muy pianístico, con la orquesta en un papel relativamente secundario, y en el que por un lado nos encontramos el romanticismo afrancesado de un Berlioz, Bizet o toda la escuela pianística francesa. Pero al mismo tiempo no se pierde de vista ese cierto regusto de la música española, no mucho, y al mismo tiempo, una serie de características que empezamos a denotar, como un cierto cromatismo, movimiento que luego llegó a su cumbre con Wagner y Strauss, pero fue Liszt quien empezó a introducirlo. Digamos que encontramos una mezcla de tres conceptos: de ese piano chopiniano por un lado, ese regusto español y ese adelanto de conceptos nuevos. Power hace su mix, lo pasa por su concepto.

- ¿Y el resto del programa?

- Es 100 por ciento de música española. Tenemos en Intermezzo de la ópera “Goyescas”, de Enrique Granados (1916) que se estrenó en Nueva York, donde fue un éxito. Es el pasaje más famoso de la ópera. Luego viene el Concierto de Power, y tras él obras con diferentes estilos. La Alhambra es una obra que corresponde a un período llamado Música Alhambrista. Esa sí que tiene todo el perfume de la música española, con un trabajo de los vientos de madera muy importantes. Luego llega el Scherzo Fantástico, de Jesús de Monasterio. Ahí sí que se nota el trabajo de composición de otro de los grandes compositores del siglo XIX en España, con esa mezcla de la música sinfónica con todos sus ingredientes temáticos, y el ambiente de la música española. No es música alambrista, con sus características moras. Todo eso, lo exótico, estaba de moda en Europa; veían la música española como exótica. Luego una obra muy interesante del compositor catalán Juli Garreta, de 1922, del modernismo, Pastoral. Mantenemos el concepto de la música tradicional con el trasfondo de música cromática, y la manera de elaborar de Richard Strauss; es un poema sinfónico. Garreta era un compositor autodidacto; no pudo estudiar, no fue a París, y compuso varias obras fantásticas. La última obra para rematar por popularidad, será el interludio de La Revoltosa, de Ruperto Chapí.

Una trayectoria destacada

Joaquín De la Cuesta nació en Lleida, España. Es licenciado en Dirección Sinfónica por la Royal School of Music, título de Contrabajo y Dirección de Coro y Orquesta en el Conservatorio Superior Municipal de Música de Barcelona y el de Contrabajo y Bajo Eléctrico en el Aula de Música Moderna y Jazz de Barcelona, dentro del plan de estudios de la Berklee College of Music. Está especializado en diversas metodologías educativas musicales como Willems, Dalcroze, Kodaly y Orff, y toca guitarra, piano, batería, clarinete, trombón, saxofón, trompeta y flauta de pico. Actualmente es docente en la Skagafjördur Tónslitarskóli.

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