“Fui personal policial; sé cómo se maneja la policía internamente; a veces se hacen mal las cosas por favorecer a otras personas, quizás por amistad”. Esa fue una de las llamativas frases que dijo el ex oficial Augusto Sebastián Díaz en una polémica declaración que realizó ayer frente a los jueces Stella Maris Arce, Alicia Freidenberg y Patricio Prado. Fue la segunda audiencia del nuevo juicio oral por el crimen de Facundo Ferreira, el niño de 12 años que fue asesinado de un disparo en la nuca en las inmediaciones del parque 9 de Julio la madrugada del 8 de marzo de 2018 y que tiene como imputados a los agentes Gabriel Díaz Cáceres y Nicolás González Montes de Oca.
Díaz dijo que trabajó en la fuerza policial hasta el año 2016, cuando fue separado de su cargo por una causa de robo que, según él, fue armada. A pesar de que el hombre no tiene relación directa con el caso en sí, ya que no es allegado de las partes, ni fue testigo presencial y tampoco participó de las tareas investigativas, en junio de 2021 denunció que personal del 911 le pidió colaboración para amedrentar a la familia Ferreira. “Trabajaba cuidando barrios. El 26 de junio de 2021 estaba en la esquina de las calles Matheu y Alberdi cuando un móvil del 911 se acercó a mí y el agente Díaz Walter Alejandro me ofreció que podía volver a ingresar a la fuerza policial si yo iba y efectuaba un disparo en la casa de los familiares de Facundo Ferreira. Yo le dije que no pero él me trató de convencer: ‘pensalo bien, que te ofrecemos vehículo y un arma; sólo tenés que hacer el trabajo. Una vez eso, hay gente que ya está hablada y vas a tener oportunidad de regresar’. Al día siguiente me presenté en la Fiscalía de Homicidios I para denunciar esto porque tenía miedo”, contó.
Díaz dijo que tanto él como su familia sufrieron represalias luego de que él se negara a hacer “el trabajo”. “Lo que yo viví fue horrible. Fui muy hostigado; tuve que dejar de trabajar en ese lugar; mis hijas tuvieron problemas porque las paraban los motoristas; a mi suegro le secuestraron el vehículo; a mí me aprehendieron y me abrieron una nueva causa; me hicieron ocho allanamientos en seis días pero no encontraron nada. En todo momento nos hacían saber que era por eso, porque no hice lo que me pidieron”, denunció.
Tras esta declaración, el abogado Sergio Pérez, que comparte la defensa de González Montes de Oca junto con Macario Santamarina, le solicitó al tribunal que el nombrado Walter Díaz, quien actualmente está cumpliendo una pena por otro homicidio, sea traído desde el Penal de Villa Urquiza para declarar.
Registros
Durante la jornada también se presentaron Juan Pablo Morales Carrizo y Carlos Javier Quinteros, dos cabos que forman parte del cuerpo técnico del 911 y que estuvieron a cargo de realizar los informes sobre las ubicaciones que arrojó el GPS de la moto de los acusados y los registros de audio que emitieron los agentes la noche del crimen y que fueron grabadas en el Centro de Emergencias 911.
Entre los audios que se reproducieron en la sala, se escucharon: “Tengo aquí un tiroteo”; “tiro en la cabeza”; “Francia y Avellaneda, tengo a un sujeto aquí herido” y “La Alicia es para acá, 911”. Morales Carrizo les explicó a los presentes que dentro de la jerga policial y en ese contexto el término Alicia “en ese momento significaba ambulancia, no había otra opción”.
También declaró Miguel Ángel Rubio, perito forense del MPF, que se encargó de realizar las pericias genéticas a los hisopados que recibió de la bala que le habría generado la muerte a Facundo y de un arma de fuego de calibre 22. El resultado de la primera pericia arrojó que el ADN que había en la bala era altamente compatible con el ADN de Facundo y en menor medida con el de J.A., su compañero en la moto. Mientras que el resultado de las pericias del arma, a pesar de haberse realizado dos pruebas con un mes de diferencia, arrojó que no había cantidad suficiente de ADN humano, razón por la cual no se pudo comparar con el ADN de Ferreira ni de J.A. (Producción periodística: Micaela Pinna Otero)
Homicidio: un condenado por un crimen
El tribunal integrado por los jueces Carmen López, Cynthia Rocha y Guido Cattáneo, resolvió condenar a la pena de 18 años de cárcel a Cristian Bertulo y absolver a su padre, Mario Bertulo, por el beneficio de la duda por un crimen. El 21 de mayo de 2022, Jesús Figueroa se encontraba en la galería de un domicilio ubicado en barrio ex Aeropuerto cuando, por motivo de disputas anteriores, se hicieron presentes a bordo de un automóvil padre e hijo. Este último descendió del vehículo y efectuó disparos contra la víctima.