El duelo de esta tarde es crucial para San Martín. El “santo” tiene prohibido fallar. Necesita de una vez por todas tirar sobre el campo la chapa de candidato que necesita para ir en busca del gran objetivo. El rival es Agropecuario, escolta del líder Almirante Brown y uno de los grandes animadores de la zona A en lo que va de la temporada. Parece la chance ideal para dar el salto; una especie de punto de inflexión para dejar atrás algunos tropiezos que generaron ciertas dudas entre los hinchas.
Desde que Pablo Frontini tomó el mando del equipo, el “santo” tuvo dos oportunidades de subirse a la cima (contra la “fragata” en Isidro Casanova y con Estudiantes de Río Cuarto, en La Ciudadela) y otras tres de sacar a la luz el temple que necesita todo equipo que tiene la meta entre ceja y ceja (con Nueva Chicago en su casa y contra Temperley y Almagro en Buenos Aires). Pero no lo consiguió.
Más allá de que el balance parcial de la gestión del entrenador es bueno (con él al mando sumó casi el 64 por ciento de los puntos), San Martín necesita pisar bien fuerte en las últimas 12 fechas para lograr el primer objetivo: ganar la zona.
En algunos de los últimos partidos dio la sensación de que el equipo no logró liberarse; que jugó con una mochila de mil kilos sobre los hombros y que eso le impidió ser ese “santo” agresivo, intenso y voraz que había insinuado en el inicio de la era Frontini.
¿Qué fue lo que pudo haberle pasado? Ignacio Bossi, coach deportivo, entiende que la presión de tener que ir “por todo” pudo restarles capacidades a los futbolistas. “El principio de presión se da cuando la mayoría de los deportistas y de los equipos, frente a una situación estresante, suelen disminuir sus capacidades. Por recursos actuales -su plantel- y por historia, San Martín tiene la obligación de pelear el campeonato e imponerse; y ahí hay algo que está fallando. Podríamos decir que los síntomas muestran que el equipo no está pudiendo”, explica Bossi, quien considera que el contexto tampoco ayuda. “En San Martín pesa una tremenda frustración por la historia reciente de no poder llegar -sostiene-. La opinión del hincha es muy importante y muchas veces contraproducente, porque termina metiéndoles más presión a sus jugadores”.
Diego Vargas, psicólogo especializado en deportes, explica que la buena focalización de los futbolistas es fundamental para ir por más. “Las ansiedades que tiene todo deportista ante una situación difícil dificultan la buena toma de decisiones. Por ese motivo es clave, cuando se comete un error, dejarlo rápidamente atrás y volver a ponerte en foco, porque eso te permite aprovechar una nueva oportunidad”, advierte.
Cada partido en la Primera Nacional parece ser indescifrable. Ningún equipo tiene los puntos asegurados de antemano; San Martín lo sufrió contra San Telmo hace dos semanas y el domingo pasado en José Ingenieros contra Almagro; dos rivales que pugnan desesperadamente por escaparle al descenso. “Es fundamental trabajar en el día a día la agresividad competitiva, el amor a la lucha. Cuando sabés que vas a enfrentar a un rival inferior, debés trabajar la cabeza de los jugadores para que salgan con toda la furia; para que no haya esa ‘relajación’ inconsciente que tiene todo ser adulto”, sentencia Vargas.
El duelo contra Agropecuario servirá como una especie de termómetro en muchos aspectos en La Ciudadela. Por un lado, San Martín estará obligado a sumar de a tres y a demostrar que puede dar los golpes necesarios para ir en busca del premio mayor. Aunque también la ansiedad que bajará desde las tribunas puede llegar a ser contraproducente para un equipo que necesita encadenar una serie de victorias para aumentar su autoestima y desactivar así esas falencias mentales que le impidieron dar el salto anteriormente.
“La ansiedad de querer estar primeros y la desesperación por llevar a San Martín al lugar que se merece, por ahí nos juega en contra. Pero hay que estar tranquilos; no siempre el que va primero hoy termina en ese lugar al final del torneo. Ahora nos enfocamos en ganarle a Agropecuario”, apunta Mateo Acosta. Él buscará marcar su primer gol con el “santo” y entiende que bajar las pulsaciones puede serle útil a un equipo que parece estar desesperado por sacar a la luz todo su potencial.