El Gobierno argentino y el FMI alcanzaron finalmente un acuerdo técnico para reformular el programa vigente y un desembolso de U$S 7.500 millones una vez que el directorio del organismo multilateral lo apruebe formalmente. El primero que anticipó la noticia fue el ministro de Economía, Sergio Massa, en declaraciones formuladas durante su visita de campaña electoral en San Juan, a donde fue el precandidato presidencial de Unión por la Patria.
El ministro estuvo en todo momento pendiente de los detalles del acuerdo técnico, y mantuvo conversaciones por con el director del Departamento del Hemisferio Occidental, el chileno Rodrigo Valdez, y su segundo, el venezolano Luis Cubbedu, para garantizar la salida del acuerdo antes de la entrada en vigencia del receso del organismo por vacaciones de verano, y antes del vencimiento de desembolsos por más de U$S 3.000 millones entre fines de julio y principios de agosto. Fuentes de Economía indicaron que dichos vencimientos “se pagarán en tiempo y en forma con diferentes herramientas que se está gestionando”, y que “habrá operaciones puente para los próximos pagos con otros multilaterales, para que la Argentina siga con el programa de desembolsos del FMI”.
En la cartera de Economía se mostraron satisfechos con el nuevo acuerdo, ya que fue incorporado el impacto de la sequía, y en particular hubo una importante relajación de las metas de reservas, ya que los requerimientos pasaron desde los U$S 8.000 millones de acumulación neta a apenas U$S 1.000 millones para todo 2023.
En un comunicado emitido ayer, el Fondo expresó que “las autoridades argentinas y el personal técnico del FMI han llegado a un acuerdo a nivel de personal sobre las revisiones quinta y sexta combinadas en el marco del acuerdo del Servicio Ampliado de Fondos (EFF, por sus siglas en inglés) a 30 meses de la Argentina”.
Además del desembolso, el Fondo aprobó las facultades de intervenir en los mercados para asegurar su normal funcionamiento, de acuerdo a como lo pedía Massa para tener potestad para intervenir en los mercados.
En tanto, mientras esperan que los fondos lleguen durante la tercera semana de agosto, el equipo económico logró relajar de forma significativa la meta de reservas y adelantar parte del cronograma de desembolsos por unos meses, pese a que no se cumplieron las metas originales debido a la sequía que dañó la actividad económica del país.
Para el FMI, el fortalecimiento y la armonización del régimen cambiario son fundamentales para mejorar de forma duradera la cobertura de reservas y la estabilidad externa, y se tomaron medidas para alentar la liquidación de exportaciones y contener las importaciones en el corto plazo, a la vez que se aseguró que seguirá con la política de tasas positivas reales para contener la inflación.
Además, “la política monetaria seguirá siendo un instrumento clave para contener las presiones del mercado, con intervenciones en los mercados de divisas paralelos y de futuros enfocadas en abordar las condiciones desordenadas”, según el requerimiento del Gobierno para controlar los mercados”, se indicó.
El cumplimiento de la meta requiere “un mayor endurecimiento de la postura fiscal en la segunda mitad de este año, respaldado por una serie de medidas de ingresos y gastos acordadas, mientras se protegen la infraestructura y los programas sociales prioritarios”, según el Fondo.
El paquete de políticas acordado debe impulsar las reservas el resto de este año, a la par del objetivo de acumular reservas internacionales netas de alrededor de U$S 1.000 millones para fines de 2023.
Pagarán vencimientos con créditos puente
A través de una reunión extraordinaria de Directorio, la Corporación Andina de Fomento (CAF) aprobó un crédito puente de U$S 1000 millones para la Argentina. Ese monto se usará cómo puente para pagar los vencimientos de deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) junto con yuanes.
Cabe resaltar que el lunes 31 de julio y el primero de agosto, la Argentina deberá enfrentar vencimientos por casi U$S 3.500 millones, entre los U$S 2.660 millones de capital y U$S 830 millones de interés.
Previamente, el Ministerio de Economía aseguró de manera informal que iba a haber “operaciones puente” con otros multilaterales para pagar los vencimientos de la semana que viene. Los otros U$S 2.500 millones podrían conseguirse mediante otros multilaterales o yuanes a través de la ampliación del swap.
Cabe resaltar que el Gobierno y el FMI confirmaron el acuerdo por el cual la Argentina recibirá unos U$S 7.500 millones de desembolsos de parte del organismo internacional. La negociación incluye ciertas metas que deberán cumplirse en el marco del programa pactado para el pago de la deuda.
Uno de los puntos claves fue que “habrá operaciones puente para los próximos pagos al organismo con otros multilaterales para que la Argentina siga adelante con el programa contra los desembolsos del FMI”.
Esto tomando en cuenta que el desembolsos del FMI llegaría en la segunda quincena de agosto, después de los vencimientos y de las elecciones PASO.
El ministro de Economía, Sergio Massa, se reunió con las autoridades de la Corporación Andina de Fomento (CAF), vía zoom desde una oficina del estadio superdomo en la Rioja, en un alto en la campaña, para avanzar con el crédito puente por los U$S 1.000 millones que serán utilizados para los vencimientos del FMI.
Los fondos llegarán con préstamos exprés de organismo multilaterales que vienen apuntalando a la Argentina mediante diversos prestamos y desembolsos mas asiduos desde la llegada de Massa al ministerio. Se trata de la CAF y el Banco de Desarrollo de América Latina.
El otro organismo que se comprometió a apoyar a Argentina con otro depósito puente es el BIS, el Bank international of Settlement.
El Banco de Pagos Internacionales es una organización internacional financiera propiedad de numerosos bancos centrales con sede en Basilea (Suiza). Es conocido como el “banco de los bancos centrales”. Lo que no trascendió aun es el monto que se solicitaría a dicho organismo.
Según los cálculos de la consultora Equilibra, “el Gobierno, si tuviera que utilizar sólo yuanes, debería activar el segundo tramo del swap con China por U$S 5.000 millones ya que sólo tendría disponibles U$S 1.700 millones del primer tramo.
Un “crédito puente” es, en su acepción más conocida, un crédito que se otorga por un plazo corto, por máximo algunos meses, a un deudor para el cual se está organizando otra operación crediticia de mediano o largo plazo. La idea es ponerle los fondos a disposición más rápidamente porque la operación prevista tomará cierto tiempo en concretarse.
Sobre el acuerdo con el FMI, Massa señaló que es preciso “tener claro que un país esté permanentemente teniendo que negociar con el Fondo sus políticas no es de por sí una cosa agradable, pero hay que administrarlo”. Al respecto, remarcó que la Argentina se encuentra “renegociando su deuda, producto de una política pésima del gobierno anterior de tomar U$S 45.000 millones para financiar la salida de fondos de Estados Unidos”.