La actual campaña de trigo inició con la detección de la roya amarilla o estriada, causada por el hongo Puccinia striiformis f. sp. tritici, en La Cocha, el 14 de julio último. Luego, esta patología se detectó en otras localidades de Tucumán, Santiago del Estero y Catamarca. Victoria González, Catalina Aguaysol, Sebastián Reznikov y Juliana Bleckwedel, de la Sección Fitopatología de la Eeaoc informaron, incluyendo este dato, sobre el estado sanitario de las muestras de trigo del laboratorio de la Sección Fitopatología y de la prospección de enfermedades en el NOA.
La roya amarilla produce las mayores pérdidas en el trigo. Tiene gran capacidad de dispersión debido a que puede causar infecciones sucesivas de un campo a otro a lo largo de las estaciones. Es una enfermedad policíclica.
El síntoma de roya amarilla se manifiesta mediante la formación de pústulas, que se disponen alineadas a lo largo de la nervadura de la hoja, formando lesiones alargadas (estrías) de 0,5 a 1 mm de longitud. Las pústulas (uredosoros) rompen la cutícula para desprender las esporas (urediniósporas o uredósporas), que tienen un color amarillo.
En un estado avanzado de enfermedad, las hojas se secan de forma prematura. Las condiciones predisponentes son temperaturas entre 10° a 15°C y más de tres horas de mojado foliar.
También se detectaron en el cultivo de trigo la roya anaranjada o de la hoja (causada por el hongo Puccinia triticina) y roya negra o del tallo (Puccinia graminis f. sp. tritici). Los síntomas de la roya anaranjada son pústulas redondeadas de color anaranjado; mientras que para la negra se presentan, principalmente, en el tallo como pústulas alargadas de un color amarronado.