Las Talitas: “El agua es una lotería; a veces tenés, otras no”

Las Talitas: “El agua es una lotería; a veces tenés, otras no”

Los vecinos de Villa Mariano Moreno y de Virgen del Huerto denuncian que hace más de 10 años conviven con la falta de agua.

MUCHAS DIFICULTADES. Los vecinos del municipio plantean que hace 10 años que conviven con el problema de la falta de agua, un servicio que escasea y que obliga a tomar medidas para obtenerla. La falta de cloacas es otro problema. la gaceta / fotos de analia jaramillo
27 Julio 2023

Ayer, los vecinos de Las Talitas ratificaron una realidad que los rodea desde hace tiempo: la falta de agua en sus casas. Los ciudadanos resaltan que las peores épocas llegan con el inicio del verano y que en la zona norte del municipio suele haber más escasez y baja presión. “El tema del agua es una lotería; a veces tenés, a veces no… Hay zonas que tienen buena presión, pero acá es por épocas”, dijo Fabio M., que trabaja en un comercio ubicado al frente de la plaza principal de Villa Mariano Moreno.

Aseguró que hace más de 10 años que conviven con esta problemática, a la que además se le suman inconvenientes por la cloaca. “La cloaca nos la cobran en la boleta del agua, pero nunca la conectaron. La gente sigue tirando agua en la calle y siempre hay mal olor”, contó. “Siempre hay accidentes al frente porque claro, se pone verde y la gente se tropieza. Yo me fisuré dos costillas una vez, resbalé y caí”.

En tanto, Johana Medina se quejó diciendo que “a veces no hay agua en todo el día”. “El año pasado estuvimos dos semanas enteras sin agua. ¿Sabés lo que es en verano? Horrible, un desastre”, resaltó. Además, advirtió que el problema es aún más grande cuando sube la temperatura. “El tema es cuando empieza a hacer calor porque hay una sola bomba en el barrio de la par que le pasa agua a este”, señaló.

Un poco más adelante, en el barrio Virgen del Huerto, Ángel Guardia y Carla Natalia Olea hablaron con LA GACETA sobre las complicaciones que les genera no tener agua. “El tema está instaurado aquí. Por ahí, tipo seis de la mañana sí, un poquito en el cañito de adelante, pero sino, no hay nada”, dijo el hombre.

Aseguraron que principalmente ocurre en el sector norte de Las Talitas. “A la madrugada se llena un poco el tanque, también la mayoría de los vecinos tienen cisterna y por medio de una bomba lo elevan al tanque de arriba”, explicó Guardia.

Olea remarcó que en verano es aún más difícil convivir con la falta del servicio esencial. “Hay veces que tenés que madrugar y cuando salga buena presión tener cerca todas las botellas de agua para ir cargando y tener durante el día”, sostuvo. Y agregó: “Cuando empieza la época de calor, junto ropa y me voy a la casa de mi suegra a lavar, en Capital. Nosotros tendríamos que tener agua porque la bomba está en esta manzana, pero ni así llega”.

En la vereda del frente, vive Reinaldo Ferreira con su hija y su yerno. Al ser una persona mayor se maneja con un andador, entonces sufre aún más la escasez de agua por no poder levantarse y cargar bidones o botellas.

“Durante el día no está ninguno de los dos, entonces me dejan agua para que gaste, pero lo justo y necesario, porque no puedo ir a buscar un baldecito”, explicó.

Sin embargo, resaltó que algunos vecinos padecen más que ellos. “Nosotros tenemos el auto entonces podemos ir a traer bidones, botellas, baldes. Pero hay gente que no tiene esa posibilidad”, lamentó.

Según dijo Ferreira, el servicio es un vaivén. “Hay días que tenemos, días que no. Ahora tenemos un poco de presión, pero hay veces que no tenemos nada. A la tarde, cerca del mediodía, se corta hasta la noche, que a veces vuelve y a veces no”, repitió.

Así también, Sandra y Verónica Juárez resaltaron que la falta más grave es en verano, cuando se les hace casi imposible juntar agua. “Yo tengo tres tachos; por ahí llego a llenar uno, por ahí no. Ahora justo sale poquito entonces nos manejamos como podemos, pero lo más grave es en verano cuando no tenemos ni una gota”, dijo Sandra.

Verónica contó que la semana pasada estuvieron varios días sin agua. Ahora volvió, pero con muy poca presión. “Sólo en invierno tenemos agua. El resto del tiempo tenemos que cargar bidones y usar cisternas”, se quejó.

Hace cinco años que vive en el barrio y asegura que el problema siempre existió. “Hubo un tiempo, el anteaño pasado, en el que vino el camión de la Municipalidad a darnos un bidón por casa”, dijo y expresó que de igual manera esos pocos litros no compensan la falta de agua que padecen la mayoría del tiempo.

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