La Unesco emitió una advertencia sobre el uso excesivo e inadecuado de la tecnología en la educación, señalando que aunque puede ser una herramienta valiosa, su aplicación sin control puede tener “efectos nefastos”. La organización internacional presentó este miércoles, en Montevideo, Uruguay, el Informe Global de Monitoreo de la Educación (GEM 2023) donde destacó la necesidad de una regulación adecuada y una mayor investigación imparcial sobre el impacto real de las tecnologías educativas.
Si bien la tecnología digital “mejoró drásticamente el acceso a los recursos de enseñanza y al aprendizaje” en países como Etiopía e India, la Unesco subrayó que gran parte de la evidencia sobre los beneficios proviene de entidades que buscan vender estas tecnologías, lo que puede sesgar los resultados. Es importante, según la organización, concentrarse en los resultados del aprendizaje en lugar de centrarse únicamente en los recursos digitales.
El informe también señala ejemplos en los que la implementación de tecnologías educativas no ha dado los resultados esperados. En Perú, “cuando se repartieron más de un millón de ordenadores portátiles sin integrarlos a la pedagogía, el aprendizaje no mejoró”, y en Estados Unidos, “un análisis de más de dos millones de estudiantes reveló que las desigualdades de aprendizaje se ampliaron cuando la enseñanza se impartió exclusivamente a distancia”
Una encuesta de la OCDE sugiere “un vínculo desfavorable entre el uso excesivo de las tecnologías de la información y la comunicación y el rendimiento de los estudiantes”, subraya la Unesco. Además, “se ha descubierto que la mera proximidad a un dispositivo móvil distrae a los estudiantes e impacta negativamente en el aprendizaje en 14 países, sin embargo, menos de uno de cada cuatro ha prohibido su uso en las escuelas”, agrega.
El informe también destaca cuestiones éticas relacionadas con la privacidad de los datos de los estudiantes. Otro estudio indica que “el 89% de los 163 productos tecnológicos educativos recomendados durante la pandemia podrían vigilar a los niños”, sin embargo, “solo el 16% de los países garantizan explícitamente y por ley la privacidad de los datos en la educación”.
Si bien la Unesco reconoce que es esencial que todos los estudiantes aprendan sobre tecnología, también enfatiza que esto no siempre requiere el uso de dispositivos avanzados. Habilidades básicas como la lectura y el pensamiento crítico pueden ser fundamentales para proteger a los estudiantes en la era digital.
“Los niños que saben leer mejor tienen cinco veces más probabilidades de no ser engañados por correos electrónicos fraudulentos. Esto no requiere nada tecnológicamente avanzado. Todo lo que se necesita son buenas habilidades de lectura y pensamiento crítico”, señaló Manos Antoninis, director del informe.
En consecuencia, la Unesco insta a “regular la forma como se utilizan las nuevas tecnologías en la educación”, donde hay una “falta de gobernanza y regulación adecuada”. La revolución digital debe ser “enmarcada” dentro de la educación, de manera que contribuya al proceso de aprendizaje y al bienestar de todos los involucrados, en lugar de ser utilizada en detrimento de ellos. La interacción humana, según la organización, “no puede ser reemplazada por las interacciones en línea y debe seguir siendo una parte esencial del proceso educativo”.