El Fondo Monetario Internacional (FMI) dio un pronóstico más oscuro sobre la Argentina. Según las estimaciones del organismo se prevé una caída del 2,5% del PBI este año. Los expertos justificaron la baja en sus proyecciones por el impacto de la sequía; prevé una inflación de 120%.
El FMI pronosticó que la Argentina caerá en recesión este año, poniendo punto final a la recuperación que despuntó tras la pandemia del coronavirus. Ese era uno de los principales argumentos al que había recurrido el Gobierno para defender su política económica. La proyección del FMI para Argentina va a contramano del resto de las principales economías de Latinoamérica, que acelerarán su crecimiento.
Las últimas proyecciones del organismo
Se pronostica que el producto bruto interno (PBI) caerá un 2,5%, una reducción significativa respecto del año anterior y de las últimas proyecciones del organismo de abril último, que preveían un estancamiento para este año.
La razón central del cambio en las proyecciones del organismo es la histórica sequía, según lo indicaron los economistas del organismo multilateral. El FMI también revisó su proyección para la inflación al 120% para este año.
“La Argentina está enfrentando una situación muy difícil, particularmente empeorada por la sequía”, dijo el economista jefe del FMI, Pierre-Oliviar Gourinchas.
El golpe de la crisis climática
Las últimas estimaciones del FMI surgen de la actualización de las cifras del informe Panorama Económico Mundial. En ese documento se ofrecen las proyecciones para las economías de sus países miembros.
Aunque algunos sectores de la economía todavía se mantienen a flote, el golpe de la crisis climática terminará por arrastrar inevitablemente los números globales sobre el producto bruto.
La inflación y la actividad económica
En cambio, el FMI mejoró levemente su perspectiva para la economía mundial; sin embargo, advirtió que sigue siendo “débil” y que la suba en la tasa de interés que imprimieron los bancos centrales para bajar la inflación sigue “lastrando la actividad económica”.
En el caso de Estados Unidos, la primera economía global, el FMI proyecta ahora que el crecimiento baje de 2,1% en 2022 a 1,8% en 2023 -dos décimas por encima de su último pronóstico- y que continúe disminuyendo hasta 1,0% en 2024.
Además, se proyecta que el crecimiento mundial disminuya de un 3,5% estimado para 2022 a 3% en 2023 y 2024. Si bien este pronóstico para 2023 es levemente más alto de lo previsto en la última estimación, “sigue siendo débil desde una perspectiva histórica”, se indicó.
En el informe se detalla que para América Latina y el Caribe, el Fondo prevé que el crecimiento disminuya de 3,9% en 2022 a 1,9% en 2023, una mejora de 0,3 puntos porcentuales respecto de los últimos cálculos. Para 2024, el Fondo prevé un crecimiento del 2,2 por ciento.