“Devaluación en cuotas”: los analistas aseguran que las nuevas medidas impactarán en la inflación

El Gobierno nacional habilitó una “devaluación en cuotas” y los analistas aseguran que impactará en la inflación, luego de que se oficializara un paquete de medidas para destrabar la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI). 

A pesar de que en los despachos oficiales se mostró el aumento sobre el dólar solidario como una “simplificación cambiaria”, los especialistas advirtieron que se trata de una devaluación segmentada. Además anticiparon que el costo a pagar por las nuevas decisiones se verá en los índices de inflación de los próximos meses.

Las medidas oficiales

El equipo económico avanzó con las medidas, que incluyen una suba en el precio del dólar solidario o ahorro, -que quedará unificado con el dólar tarjeta y llevará un 75% de recargo por percepciones-, una extensión del Impuesto PAÍS sobre las importaciones de bienes (7,5%) y servicios (25%), y la implementación de un nuevo tipo de cambio a $340 el agro para incentivar las exportaciones.

Estas disposiciones apuntan estimular las exportaciones para frenar el drenaje de reservas del Banco Central (BCRA) y aumentar la recaudación para compensar el déficit fiscal.

Las devaluaciones fiscales

Santiago Manoukian, economista de Ecolatina, analizó las decisiones económicas del Gobierno. “La idea de estas medidas es devaluar en cuotas, aplicando devaluaciones fiscales -dijo- que acentúan el esquema de segmentación del mercado cambiario y la práctica de tipos de cambio múltiples porque el objetivo principal del Gobierno sigue siendo evitar un escenario disruptivo asociado a un salto discreto y desordenado del tipo de cambio oficial que genere una espiralización inflacionaria, un deterioro mayor en los ingresos reales y una contracción aguda de la actividad económica que impacte en el empleo, en el marco de una compleja situación social”, agregó.

Los especialistas coincidieron en que las medidas implementadas por el Palacio de Hacienda generarán un inevitable traslado a precios, que probablemente comience a quedar plasmado en los índices de agosto.

“Si bien el impacto es menos generalizado que el de convalidar un salto discreto del tipo de cambio oficial, la incidencia sobre los precios domésticos no va a ser inocua. Extender el dólar agro a cereales como el maíz implica encarecer un insumo relevante engordador de pollo y cerdo, mientras que aplicar un impuesto a las importaciones significa encarecer bienes e insumos utilizados en procesos productivos o consumos finales de la economía”, remarcó Manoukian.

La inacción de más de dos años

Por su parte, Matías de Luca, representante de LCG, opinó sobre las nuevas disposiciones. “No es más que una devaluación segmentada, pero agrega ruido a la economía. En vez de delinear una política cambiaria sostenible, el Gobierno sigue proponiendo parches. Esto es la consecuencia de la inacción durante más de dos años -criticó-. Claramente va a tener efectos en la inflación, tanto por productos importados como exportables más caros en pesos, pero es menor que si se devaluara uniformemente. Es una devaluación a cuentagotas”, afirmó.

A partir del nuevo tipo de cambio diferencial a $340 para economías regionales y otros cultivos, estimaron que se liquiden U$S2000 millones y una suba en la recaudación de $1,3 billones o 0,8 puntos del PBI.

Milagros Suardi, economista de Eco Go, señaló que los objetivos oficiales resultan difíciles de alcanzar. “Las economías regionales solo representaron el 9% de las ventas al exterior del primer semestre del año. Ahora bien, con cupo de exportación, hoy se podrían vender 4 (o quizás 6) millones de toneladas adicionales de maíz, que podrían explicar un incremento de US$840 millones en el mes de agosto. En suma, estos productos podrían significar una liquidación adicional de US$1600 millones, por debajo del objetivo de Economía”, explicó.