Los protectores de la ciudad recuperan el antiguo brillo
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María Eugenia Fagalde detalla el proceso de restauración sobre un histórico cuadro de Félix Revol y las imágenes de los vicepatronos San Simón y San Judas Tadeo. LA GACETA / FOTOS DE DIEGO ARAOZ
María Eugenia Fagalde tiene vasta experiencia en tareas de restauración.
Velado con cola de conejo para protección de capa pictórica y consolidación y manipulación para la restauración. FOTOGRAFÍA DE MARÍA EUGENIA FAGALDE
Detalle de la obra de Félix Revol, artista francés arribado a la provincia de Tucumán en 1851 contratado por el gobernador Celedonio Gutiérrez.
Un detalle, al pie del San Miguel. La pintura de Félix Revol luce mucho más luminosa.
En primer plano, la restauradora trabaja sobre el óleo de Félix Revol. Detrás, San Simón y San Judas Tadeo están prácticamente listos para volver a ser exhibidos. Irán al Museo de Arte Sacro.
Imágenes de los vicepatronos de la provincia, San Simón y San Judas Tadeo.
En esta imagen RX se observa la cantidad de clavos que no cumplían ninguna función (sostén del pie al soporte) de consolidación. FOTOGRAFÍA GENTILEZA MENDEZ COLLADO.
Cada estatua mide poco menos de un metro. Sobre el torso -tallado desde el tronco de un árbol - están ensamblados los brazos y la cabeza.
A una de las piezas le faltan los dedos de la mano derecha. Fagalde aclara que no corresponde reconstruirla; se mantendrá así, aunque con algún elemento que sugiera cómo lucía en la antigüedad.
Los ojos de los santos, hoy son de vidrio. ¿Antes estaban pintados?
Imagen de San Simón en plenas tareas de restauración. FOTOGRAFÍA DE MARÍA EUGENIA FAGALDE.
Imagen del pie atravesado por un tornillo. FOTOGRAFÍA DE MARÍA EUGENIA FAGALDE.
Los herrajes originales. El arcón vino de Ibatín con la mudanza de 1685.
Tareas de consolidación de la madera afectada por escarabajos. FOTOGRAFÍA DE MARÍA EUGENIA FAGALDE.
