Galería 13 fotosCuenta la leyenda que, en los tiempos del imperio inca se llevaba oro a Cajarma (Perú) para pagar la recompensa de liberación del Inca Atahualpa. Pero al enterarse de que ya habían matado al emperador indio, las piezas de oro se ocultaron en las profundidades de la Laguna del Tesoro, para evitar que los españoles se las llevaran. El relato oral advierte que en el fondo del agua espera un toro agazapado con astas doradas para custodiar las invaluables riquezas. El gigante embravecido es capaz de enloquecer las aguas y salir al encuentro de quien osara un intento por extraer semejante tesoro. LA GACETA / Textos y fotos de Miguel Velárdez (Uso prohibido)
Cuenta la leyenda que, en los tiempos del imperio inca se llevaba oro a Cajarma (Perú) para pagar la recompensa de liberación del Inca Atahualpa. Pero al enterarse de que ya habían matado al emperador indio, las piezas de oro se ocultaron en las profundidades de la Laguna del Tesoro, para evitar que los españoles se las llevaran. El relato oral advierte que en el fondo del agua espera un toro agazapado con astas doradas para custodiar las invaluables riquezas. El gigante embravecido es capaz de enloquecer las aguas y salir al encuentro de quien osara un intento por extraer semejante tesoro. LA GACETA / Textos y fotos de Miguel Velárdez (Uso prohibido)