Curiosidades de la atracción física
19 Jul 2021
“No es lindo lo que es lindo sino lo que a uno le gusta” es una sentencia muy cierta. Pero no nos engañemos: somos bastante menos libres de lo que nos gustaría en nuestra percepción de la belleza. Porque existen múltiples influencias culturales y sociales que nos condicionan en este sentido.
Viren Swami, profesor de Psicología Social en la Universidad de Westminster, publicó una serie de trabajos en relación a los factores que afectan nuestras preferencias: estando hambrientos, los chicos hétero prefieren a las chicas más voluptuosas (y al parecer, estando estresados, también). En sus comparaciones entre diferentes culturas, observó que en las sociedades pobres los cuerpos más rellenos se valoran como más atractivos. E incluso en un mismo núcleo social los individuos con menos recursos suelen preferir parejas con mayor masa corporal. De hecho, sostiene, la predilección por la delgadez a un nivel por debajo de lo que nuestro “instinto” evolutivo interpreta como saludable, es exclusiva de personas con estatus socioeconómico alto. El profesor Swami sostiene que la publicidad y los medios de comunicación son claramente los responsables, aunque “los chicos son más consistentes con su instinto a la hora de juzgar a una modelo como no sexualmente atractiva por estar demasiado delgada. En cambio, en las mujeres los ideales de belleza están mucho más trastocados por las influencias mediáticas”.
No es para tanto
Sin embargo casi todos caemos, en más o en menos, en la trampa de sobreestimar aquello que les gusta a los otros. Se hicieron experimentos tomando la imagen de un chico y modificándola varias veces, incorporando cada vez un poco más de masa muscular. Al preguntarle a un grupo de hombres cuál de los modelos creían que les gustaría más a las chicas, se inclinaron por uno ligeramente más provisto de músculos que aquel que luego eligieron las mujeres. Pero al hacer algo parecido con la imagen de una chica en ropa interior y diferentes grados de delgadez, las discrepancias entre las respuestas femeninas y masculinas fueron mucho mayores. En una palabra: efectivamente, la distorsión de la realidad sobre qué cuerpos resultan más deseables nos afecta más a nosotras.
En consonancia con esto, otros estudios que han analizado la adiposidad en la cara demuestran que los hombres continúan juzgando como más atractivas a las chicas con un poquito de grasa. Mientras que las mujeres prefieren rostros delgados al valorar potenciales parejas y, al compararse con otras, suelen calificar las figuras esbeltas como las más sexis.
Buscando en la red
El neurocientífico estadounidense Ogi Ogas examinó millones de búsquedas eróticas por Internet para su libro A Billion Wicked Thoughts (traducido como “Mil millones de pensamientos pícaros”). Afirma que al analizar las palabras clave que los hombres suelen introducir en los buscadores de páginas eróticas, “muchos de ellos buscan videos específicos de chicas rellenitas, pero casi nadie pone ‘delgada’ en los criterios de búsquedas”. Y considera que los medios no nos condicionan tanto como solemos pensar, porque si fuera de esta manera “no hubiera encontrado una proporción tan alta de búsquedas de transexuales, personas mayores o escenas de dominancia y sumisión”. Lo cual podría estar sugiriendo, según el divulgador científico Pere Estupinyà, “que las respuestas obtenidas en estudios formales se basan más en criterios puramente estéticos y de potencial pareja estable que de deseo sexual en momentos de excitación. Podría ser que, en lo referente al sexo, en la sociedad actual la curiosidad y la atracción por lo nuevo supere perfectamente todos los criterios que nos harían ver a una persona bella desde un punto de vista evolutivo y reproductivo”.
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