Pico sexual
Distintas investigaciones han buscado determinar a qué edad las personas alcanzan el denominado “pico sexual”. Es decir, cuándo logran disfrutar del sexo más plenamente. Hace ya algunas décadas, un estudio norteamericano basado en la frecuencia orgásmica, concluyó –instalando un verdadero mito al respecto- que el mayor potencial sexual se daba a los 18 años en el caso de los hombres, y a los 35 en las mujeres. Todo indicaba que ellos, gracias a la aprobación social y cultural, se sentían cómodos con su sexualidad desde más jóvenes. A nosotras, en cambio, nos tomaba varios años más experimentar la misma seguridad en relación a nuestros cuerpos, despojarnos de represiones y tabúes y animarnos a gozar. Así, algunos hasta llegaron a especular con que la pareja –hétero- “ideal” desde un punto de vista sexual, sería la conformada por un hombre y una mujer en sus respectivos “picos”.
Calidad vs. cantidad
Un estudio más reciente de una empresa australiana dedicada a los juguetes sexuales, presentó un panorama distinto: independientemente de la edad, casi el 50 por ciento de las personas encuestadas aseguraron estar teniendo “el mejor sexo de sus vidas” con sus parejas actuales. Sin embargo, sólo un 35 por ciento estaban teniendo “la mayor cantidad de relaciones sexuales” de sus vidas. De manera que el famoso “pico sexual” tendría más que ver con la calidad que con la cantidad. Lo que significa que, para muchas personas, el mejor sexo de sus vidas no está asociado a la época en que tenían más.
Por otra parte, si lo pensamos bien, es obvio que acotar el potencial erótico a unos pocos años a lo largo de toda una vida es una generalización más que arbitraria. Y es que la historia de cada persona es única y las variables que entran en juego cuando hablamos de satisfacción sexual son muchas, dinámicas y complejas: no están determinadas solamente por la edad. El tema tampoco puede reducirse al cuerpo –las hormonas- y su capacidad orgásmica.
El autoconocimiento, la autoestima, las emociones y afectos, los vínculos, el cuidado, las creencias en torno a lo sexual, el contexto… todo esto y más gravitan a la hora de alcanzar y mantener una sexualidad libre y plena, a cualquier edad.