El resurgimiento retro en los videojuegos

Análisis para aproximarnos a este fenómeno que sitúa consolas con personajes e historias pixeladas a la par de monstruos en alta definición.

15 Nov 2018

En los videojuegos lo que importa es la historia y el vínculo que establecemos con el juego. La evolución tecnológica y los poderosos motores gráficos nos permiten hoy ser protagonistas de un mundo virtual prácticamente igual al que conocemos en nuestras vidas, pero los gráficos con una aproximación casi exacta a la realidad y los avances por sí solos no tienen la capacidad de definir como “bueno” a un videojuego.

Esto nos sirve para entender como el lanzamiento de nuevas consolas “retro” que pertenecen a generaciones anteriores hoy son protagonistas en el mercado a la par de las consolas más poderosas de la actual generación, ofreciendo una experiencia intensa con algunos pocos bits.

Tomamos la palabra retro como la asignación de características pasadas o antiguas a un dispositivo nuevo que responderá prácticamente igual al dispositivo original.

Atari fue la pionera en el lanzamiento de consolas retro pero el impacto en los jugadores no ha sido el deseado. Suerte que si ha tenido Nintendo, la empresa que supo explotar este nicho encontrado por Atari. Neo Geo, la marca de algunos inolvidables “fichines” también sacó su consola, y recientemente se ha sumado PlayStation a este furor anunciando el lanzamiento de PS Classic.

Hay tres maneras de poder disfrutar, dos de ellas tienen como principal motor la emulación. La primera es la emulación pura, esto quiere decir que en un dispositivo podemos crear las condiciones propias de alguna consola y de esta manera ejecutar el juego, frecuentemente se utiliza en computadoras. La segunda opción es el relanzamiento de consolas, por ejemplo aún se producen las populares consolas Family y Sega Génesis que funcionan con cartuchos, su mecánica es igual a las consolas lanzadas en un primer momento. Las características de estas consolas relanzadas es que no son necesariamente retro, si podríamos discutir si considerarlas Vintage, o no, ya que son exactamente iguales a las originales sin ninguna adaptación, pero al fin y al cabo, no dejan de ser consolas nuevas. Y la última vía, que es la que está generando mayor atracción, es nuevamente la emulación pero ya utilizada de manera exclusiva y licenciada por cada marca agregando el detalle “mini” en su estética. Utilizan los mismos sistemas que mencionamos en el primer punto pero lo que hace la diferencia es la exclusividad, las marcas toman algunas de sus consolas icónicas y le asignan una determinada cantidad de juegos clásicos. Estas consolas son de un tamaño menor, pero estéticamente iguales a las lanzadas décadas anteriores con joysticks que poseen su tamaño original.

Un elemento que nos separa de una generación a otra es la manera de disfrutarlos en los televisores o monitores, actualmente casi todos los productos digitales que consumimos son en alta definición, pero eso no es un problema para estas nuevas consolas retro, ya que están diseñadas con un puertos HDMI para ser conectadas a los actuales televisores, esta conexión no afecta en lo más mínimo la experiencia, los gráficos seguirán siendo iguales a cómo eran originalmente.

Las consolas que han potenciado este mercado son la NES Classic y la SNES de Nintendo con sus históricos juegos como Mario Bros, Zelda o Galaga, y generando expectativas con un posible lanzamiento de su Nintendo 64 mini. Neo Geo sacó una versión portátil con más de 40 juegos clásicos entre los que se destacan versiones del Metal Slug y King of Fighters. Por su lado PlayStation anunció la salida a la venta de su PS Classic con una lista de 20 juegos de los cuales tan solo tres o cuatro son juegos referentes de su historia, del resto ninguno responde al apelativo classic, pero eso amerita un análisis aparte.

¿Cómo entendemos este resurgimiento retro en los videojuegos? La respuesta está en el público y la nostalgia, probablemente sea un mercado alimentado por jóvenes de más de 30 años que han encontrado la posibilidad de despertar las experiencias que desencadenaron esa pasión por los videojuegos hace décadas, trayendo al presente sentimientos y emociones que pueden activarse tan solo con un sutil sonido del juego o el tacto con estas consolas.

El factor emocional es fundamental en este boom retro. Podemos hacer una prueba para confirmar esto: simplemente ejecutamos la música de Super Mario Bros y automáticamente quienes estén cerca de nosotros se darán vuelta sorprendidos, otros se acercarán a ver de dónde sale ese sonido y a observar el juego. Esas primeras experiencias, que nos parecen lejanas, décadas más tarde se presentan de la misma forma.

Tener la posibilidad de jugar un videojuego retro a algunos nos traerá automáticamente momentos, amigos con los que compartíamos y competíamos, expectativas y sueños que teníamos en esos tiempos y que ahora podemos contrastar con nuestra realidad, y por qué no, volver a proyectarlos; y quienes lo hacen por primera vez, tendrán la posibilidad de ser parte y vivir lo que fueron los primeros pasos de la historia popular de los videojuegos.

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