Siempre tuve la sensación de que cuando intervenía en situaciones de conflicto algo me empujaba a ayudar a las partes a resolver o solucionar la situación. Y algo me decía que muchas veces las cosas necesitan una observación más consciente y profunda.
Es por ello que indagué y experimenté fuera del marco tradicional de las escuelas de resolución de conflictos, paradigamas en su mayoría, hijos de la negociación.
Allí descubrí que los paradigmas de negociación son inaplicables a procesos grupales de conflicto pero felizmente los segundos si se aplican a los primeros y son además un aliento de vida.
El río llegó al mar con Conflictosofía, un neologismo que viene a transformar las miradas y la formas de abordar conflictos.
"Los conflictos viven dentro y fuera nuestro. Los conflictos son como un bebé con hambre que llora y llora hasta que le damos atención y lo alimentamos.
El conflicto nos quiere mostrar una parte nuestra o del grupo, que estamos ignorando, y no dejará de llorar hasta que podamos mirarla y darle la atención que necesita.
Al cambiar la forma de ver los conflictos, al darle un foco positivo de conciencia y aprendizaje, estamos permitiendo que partes nuestras que estaban ocultas se puedan expresar y podamos vivir más cerca cada vez de expresar la totalidad de nuestro ser". (Lic. Pía Bustos - Chile)
A mi parecer es como dicen que sucede en el centro de los huracanes todo es silencio y quietud.
Hay un flujo de sabiduría y de calma en el medio. Desde allí puedes ser un contenedor de todas las voces, incluso de las que no estás de acuerdo.
Como mediador tu fortaleza es estar y ser con las partes durante su proceso de evolución. Al ritmo de cada una y según su naturaleza. Como el huracán, el conflicto nace, se desarrolla y se transforma en otra realidad. A su paso deja en tí huellas de Sabiduría.
Dice otra conflictósofa: "El conflicto puede ser difícil, complicado y, a veces, aterrador. Sin embargo, si sabes que el conflicto es el comienzo de algo nuevo, algo que aún no has visto, algo que va en contra de las normas establecidas, puedes ser abierto y curioso.
Al igual que la información de los márgenes, el conflicto revela un nuevo potencial emergente y la regeneración del sistema.
Con curiosidad, compasión y coraje, te conviertes en un pastor del bienestar y la resiliencia social". (Lic. Carol Zanher - EE.UU)
Este enfoque llegó para quedarse, para contagiar y brindar una enorme bocanada de oxígeno a los métodos alternativos de resolución del conflictos. En conflictosofía siento que algo se ha expandido, como el río cuando llega al mar...
Hasta la próxima!
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