¿Qué me ha brindado Mindfulness?
He meditado de manera formal e informal y he podido observar algunas tendencias de mi mente. Me ha ayudado mucho la idea de desplazar la atención a la relación con la experiencia antes que intentar desafiar mis patrones desadaptativos.
Pude detenerme advirtiendo “desde el lugar” de donde vienen mis pensamientos. Procesar la percepción del mundo exterior de "abajo hacia arriba (cuerpo-mente)" me ha servido a la ecuanimidad para mi práctica en procesos de grupo y diálogos.
Nuestra antena es nuestro cuerpo. La mente parece no tener un espacio físico determinado. Por ello imaginé que podría estar en mi vientre e incluso en mi corazón. Esta idea me ayudó a conectarme, por ejemplo, con un paisaje desde las manos, desde las piernas, desde los pies.
Santa Micaela decía que cuando ella levantaba un papel del suelo no lo hacía por limpieza sino como alabanza a Dios. Este ejemplo me sirvió para afinar, observar e incluso intentar transformar mi actitud a la hora de iniciar actividades. ¿Con qué actitud de corazón estás ahora?
Al principio de la práctica de mindfulness tenemos como un torbellino mental y luego calma y luego te encuentras de nuevo enredado en algún pensamiento pero puedes advertirlo más rápido y volver. Es como perderse y encontrarse y perderse y encontrarse.
En relación a la compasión, mindfulness me ha brindado la capacidad del desapego íntimo. En una mediación entre jóvenes he logrado observar su sufrimiento y sentirlo en mi cuerpo con la consciencia plena de intentar aliviarlos pero aceptando con amor sus emociones y su dolor. He agudizado mi presencia, mi escucha, mi atención a sus palabras y movimientos. La conexión con lo real me ha permitido ser más asertivo.
A veces me quedo jugando y dejo que la mente me lleve por ahí. Permito que mi atención acepte sus ofertas y vaya por ahí vagando, errando. Luego la vuelvo un rato y espero que aparezca otra oferta. Mi mente es una feriante de pensamientos. A veces acepto sus propuestas y a veces no. Un mañana en esos juegos entre mindfulness y mindlesness y momentos de vacío y oscuridad apareció un pensamiento que tenía otra intensidad, otro peso, otra fuerza, otra entidad. Era una voz muy profunda, seria y amable. Me dijo algo que he guardado en mi corazón.
Los invito a sumarse a la práctica de Mindfulness.
¡Hasta la próxima!
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