Blog. Mediador tuvo el honor de entrevistar a las Dras. Lorena Rotella y Marianela Sánchez, ambas abogadas y mediadoras privadas en Argentina y España.
¿Cómo nos “convertimos” en mediadores en Tucumán?
Esta es una pregunta de doble respuesta. Desde lo formal debes certificarte con una entidad formadora avalada por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. Ofrecemos cursos a través de nuestra entidad LOGRAR y de la Universidad de Buenos Aires, todos se dictan en Tucumán y el NOA. Como oferta internacional, traemos en el mes de julio de este año un postgrado en mediación, que dictará íntegramente en nuestra provincia la prestigiosa Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, España.
Este posgrado está dirigido a cualquier profesional, sea o no mediador. Desde lo sustancial, ser mediador trasciende esa certificación, es tener un rol las 24 hs del día que requiere de coherencia, entre lo que “soy” y como me comporto en sociedad.
Ser mediador es una responsabilidad social. Quienes creemos en el diálogo constructivo a través de los procesos de mediación, debemos promover la comunicación desde el respeto al otro, la aceptación, la empatía y nuestro proceder debe acompañar nuestra creencia.
¿Qué hace un mediador? ¿Debe ser abogado?
Básicamente un mediador es un facilitador de la comunicación que ayuda a la partes en conflicto a encontrar canales de diálogo, a fin de intentar arribar en base a sus intereses –y no necesariamente en base a sus derechos- a un acuerdo mutuamente satisfactorio y autocomponedor, donde los participantes son los artífices de su destino, no el mediador (ni un juez).
Cualquiera persona puede tomar un curso de formación básica de mediación y certificarse como tal, no es necesario ser abogado ni contar con título universitario. Se intenta así difundir la mediación en todos los ámbitos sociales. La confusión muchas veces se debe a que la mediación en nuestra provincia está muy firme en el ámbito judicial, donde sí es necesario contar con un título de grado para ser mediador y comediador, pero esos requisitos no son obligatorios si queremos desarrollarnos como mediadores o gestores de conflictos en otros ámbitos: empresarial, educativo, administrativo, comunitario, privado, etc.
¿O sea que los conflictos que se gestionan en mediación no son necesariamente jurídicos?
Exactamente. Si observamos el gran conjunto de conflictos que podemos tener con otros, en la mayoría de los casos son de carácter comunicacional, emocional, miramos un mismo hecho o calificamos un mismo acto desde nuestras percepciones. Son conflictos que no tienen una veta jurídica, aunque al argentino le encante hablar de derechos y de leyes cuando tiene un problema con su prójimo. De hecho, una gran mayoría de causas que llegan a mediación en Tribunales, se solucionan sin mencionar siquiera a la ley, porque la comunicación se concentra en cuestiones ajenas para el derecho. Yo puedo “querer” tal cosa en base a mis derechos, pero “necesito” otra cosa distinta a la que creía, que me hace más feliz. Esa es la reflexión que hacen las partes en un espacio de mediación. Es muchas veces una experiencia liberadora.
¿Realizan otras actividades?
Con nuestra Fundación LOGRAR-MAS trabajamos ad honorem con entidades públicas que necesitan adquirir herramientas para una comunicación eficiente, otorgamos becas para los cursos de formación de mediadores y para cursos de capacitación en general. Difundimos los métodos adecuados de resolución de conflictos en distintas áreas.
Actualmente estamos dictando cursos de PNL (Programación Neurolingüística) y ofrecemos para mayo 2018 una Certificación Internacional, avalada por la ICC, para ser Coach con matrícula en más de 60 países.
*Les agradezco mucho estimadas colegas por lo que están haciendo para cambiar el mundo. Hasta la próxima!