Liberen a la bestia del cómic nacional
Si es que hay algo que me encanta del cómic nacional, es como evoluciona y se las arregla para encontrar nuevas formas de llegar al público. Hace unos años, para descubrir los nuevos talentos que surgían en la historieta nacional había que estar atento a las recomendaciones de amigos, o estar a la expectativa de artículos en las pocas revistas especializadas. Hoy basta tener un poco de tiempo y ganas para buscar en la web y las redes sociales. Así van a descubrir semilleros de grandes talentos contemporáneos como Loco Rabia, Hotel de las ideas, o una de las más recientes, Libera la bestia. Leí Iceberg, me dejó un buen sabor en la boca y en horas terminé comprando prácticamente todo su catálogo. Me sorprendieron por el manejo integral que tienen del noveno arte y la frescura de sus ideas. Uno de sus miembros fundadores, Martín Mazzeo habló sobre cómo nació el sello y mucho más. Inicios como productora audiovisual El lenguaje de la historieta y el del cine se parecen. De hecho, en la mayoría de los cursos de narrativa de séptimo comparan al storyboard con una historieta. Martín Mazeo de Libera a la bestia cuenta los orígenes del sello”Tuvimos una productora audiovisual durante varios años. Y escribíamos historias con el fin de llevarlas alguna vez a la pantalla. Muchas de esas historias quedaron encajonadas, perdidas.. Tiempo después de haber cerrado la productora, en charlas cerveceras, reflotamos las ganas de contarlas. Y ahí apareció esto, la idea de contarlas en un formato distinto al planeado originalmente. La historieta.” Del cine a la historieta Cuando las historias y las ideas son buenas, tienen la capacidad de adaptarse a cualquier medio. Como nos cuenta Martín Mazzeo “Empezamos a darle forma a Iceberg, a tratar de aprender el lenguaje y el código de la historieta, los tiempos del relato... y mientras tanto, también conocer a los ilustradores, sus propios tiempos, sus idea. A principios del 2018 publicando a la vez 2 libros, Iceberg y Manta.” ¿Qué los inspiró para crear la saga de Iceberg y Manta? Iceberg fue esa historia inicial, la que teníamos en la cabeza. Siempre fue algo muy visual, metafórico, onírico. Mientras lo escribíamos, ahora como historieta, Manta empezó a asomarse solito. Nunca pensamos hacer “una de superhéroes”. Este personaje se nos apareció, y ya no pudimos ignorarlo. De pronto, sin buscarlo, estábamos frente a una saga enorme, sin haber publicado nunca nada. Nos da más vértigo ahora, a la distancia, que en ese momento cuando nos mandamos. ¿Qué creen que hace falta para terminar de dar identidad a los superhéroes o enmascarados locales? Respecto a la identidad de los héroes locales, creemos que lo mejor que se puede hacer es no pensar en eso. Ni buscar el “toque argento” ni tratar de copiar a superhéroes de afuera. Al menos a nosotros, nos importa la historia, que fluya, que vaya para donde lo necesite, y no meter algo porque creamos que va a gustar más. Si dejás fluir la historia, si dejás vivir a tu personaje, la identidad va a aparecer sola. Apuestan por continuar las historias, ¿Cómo ven el mercado local para esa apuesta? ¿Cuántos tomos van a tener Manta y El último recurso? ¿Tienen pensado otro cómic con continuación? No es nada fácil. El mercado local es discontinuo, difícil para publicar, un ilustrador termina siendo contratado por alguien de afuera y te queda el trabajo por la mitad. Además, el público, acostumbrado a encontrarse con historias inconclusas, desconfía y prefiere esperar a que esté toda la saga terminada para comprarla, o se inclina a libros autoconclusivos. Manta tiene entre 8 y 10 tomos, más Iceberg. Es un montón, no sé si nos embarcaríamos a escribir o publicar otra saga así. Pero la verdad es que hoy por hoy disfrutamos mucho llevándola adelante. El Último Recurso es diferente, porque si bien son 3 los libros que van a salir, cada uno cuenta una historia autoconclusiva, no termina en un “continuará...” Además de la historieta postapocalíptica Trespasser, ¿Van a publicar otras obras que ya hayan sido editadas en el exterior? Siempre estamos atentos y en la búsqueda de nuevo material que nos guste y que tengamos la posibilidad de publicar. ¿Cómo ven el mercado local? ¿Existe la posibilidad de acentuar la venta de cómics digitales? El mercado local está en crecimiento. Hay obras hermosísimas, súper interesantes, y un público que se está animando a volver a leer cosas de acá. Faltaría algo más de promoción, de visibilidad. Entrás a una comiquería y tenés que preguntar dónde es el sector de “nacionales”. En los kioscos no hay prácticamente nada local. En este caso yo creo que si hay más oferta, va a aparecer mucha más demanda. Lo de los cómics digitales es algo que venimos pensando hace rato, y ahora se aceleró su concreción por la falta de eventos con la que nos sorprendimos este año. Es un intento de seguir sacando material. En Latinoamérica no estamos acostumbrados a comprar digital, ya sea historieta, música, cine... en el resto del mundo eso está más orquestado, es más común consumir contenidos digitales, y en algún momento eso tendrá que explotar acá también. Finalmente ¿Qué otras obras tienen planeado publicar? ¿Van a estar en digital o papel? Además de Bestia Suelta, estamos terminando la 4ta entrega de Manta, ilustrada por Nicolás Brondo y con una portada increíble de Burda. En principio estará a la venta en formato digital, pero en cuanto se normalice la situación, estará también en papel. Y además sale el 2do número de El Último Recurso, llamado “Un cuento de Navidad”. Tenemos mucha ansiedad por verlo terminado, porque con los autores coincidimos en que esta segunda parte es aún mejor que el primero. ¡Ojalá pronto podamos tenerlo en nuestras manos!