Doctora Laura ¿Dígame? - Una novela gráfica actual
24 Nov 2019
A la hora de visitar cualquier librería, voy directo a la sección de novelas gráficas esperando encontrar algo nuevo. Hay que ir con ganas de que el factor sorpresa lleve hacia nuevos títulos y autores. Simplemente tener el placer de descubrir nuevas joyas del cómic. Es así como en la sección de novelas gráficas de El Ateneo me di con grandes obras que ni siquiera soñé con tener: como Filmish de Edward Ross, Ventiladores Clyde de Seth o Aquí de Richard McGuire. Cuando llegó Doctora Laura ¿Dígame?, me descolocó. La edición era impecable, formaba parte de un sello que me encanta, Salamandra Graphic, pero había algo en la portada que me dejaba con situaciones encontradas: parecía ser un libro demasiado posmoderno o hípster. De todas formas, al hojearlo descubrí un buen trabajo de ilustración con dos estilos diferentes por parte de la autora, una mejor narrativa y una historia que me atrapó desde las primeras páginas así que decidí darle una oportunidad.
Honestidad que conmueve
La magia de las novelas gráficas autobiográficas está en que muchas veces leemos la vida de personas que ni conocemos y terminamos conmovidos por todo aquello que les tocó superar. El mundo que nos presenta Nicole Georges en Doctora Laura, ¿Dígame?, se rompe de manera brutal en las primeras páginas cuando ella descubre de una forma inusual que su padre aún vive y no que había muerto cuando ella tenía dos años. El impacto que esto genera, hace que se replantee momentos de su vida mediante flashbacks y, por otro lado, narrarnos ese presente en el que comienza a indagar sobre su padre. Al abrirse con un tema tan personal, logra llevarnos de la mano en su viaje de auto descubrimiento mientras nos cuenta lo atípica que fue su infancia por las parejas tóxicas que tuvo su madre. Además, nos habla de su sexualidad, la que le genera una relación cada vez más tensa con su madre, quien se convierte en figura antagónica y casi caricaturesca.
A medida en la que la novela avanza, descubrimos un mundo que nos es demasiado cercano, ya que no solamente nos es contemporáneo, sino también lo son los conflictos clave. Vivimos en una época donde descubrirnos es parte central de nuestra historia, donde aún no logramos superar la diversidad sexual o donde las personas distintas son convertidas en parias sociales. En cada capítulo Nicole Georges aborda estos tópicos mientras, entre flashbacks y su presente, vamos armando el puzle de quién es ella. Sin embargo, hay veces en las que la complejidad de la historia y el entrecruce de los conflictos hacen que su narrativa se entorpezca y cierre algunos capítulos de manera tosca. Es algo que no hace mucho ruido, por lo que este libro merece un lugar en nuestras bibliotecas.
Cuando la autobiografía supera la ficción
El cómic es un medio que se reinventa y sorprende constantemente. Si bien hoy vive un auge gracias al cine de súper héroes y el enorme crecimiento de popularidad del anime, es un medio que va mucho más allá de los géneros puramente comerciales debido a las necesidades expresivas de autores inquietos. Esto hizo que fuera evolucionando durante décadas hasta que alcanzara su madurez en 1978 con la publicación de los que muchos consideran la primera novela gráfica, Un contrato con Dios de Will Eisner.
Desde ese momento, muchos autores encontraron en el cómic un lugar para desnudar su alma y contar su propia historia sin ningún tipo de tapujos. En el cómic mainstream de súper héroes, autores como Mark Waid o James Robinson convirtieron a personajes tan icónicos como Flash (Wally West) o Starman (Jack Knight) en sus alter egos. Otros autores se animaron a contar sus propias historias de manera directa, siendo ellos mismos los protagonistas, como fue el caso de Blankets de Craig Thompson o Stiches de David Small. Allí los autores contaban su vida en un nivel tan profundo que incluso compartían sus miedos y demonios. En otros casos incluso se animaron a hablar de su sexualidad, como fue el caso de Fun Home de Alison Betchedel, en el que narraba cómo vivió descubrir y aceptar su sexualidad. Esta honestidad brutal logró que estas novelas gráficas se conviertan en un retrato de su época. En este sentido, Doctora Laura, ¿Dígame? De Nicole Georges es una síntesis de estos tiempos, en donde el pensamiento, la forma de vida e incluso la manera en la que se encaran los problemas están reflejados en la historia de la autora.
Un sello de calidad
Cuando crecemos como lectores, pasamos de seguir solamente a nuestros personajes o géneros favoritos. Con el tiempo afinamos la mirada y a la hora de elegir pesan más los autores que los personajes, los movimientos artísticos a los que pertenecen y así vamos cimentando nuestro ser lector, nuestro yo coleccionista. La forma más fácil de lograrlo es investigar y descubrir qué editoriales publican las obras que nos fascinan. En materia de novelas gráficas de autor en castellano, Salamandra Graphic sorprende de sobremanera. Sin ir más lejos, yo que tengo casi tres décadas de lectura y coleccionismo de cómics, disfruto ir al estante que librerías como El Ateneo le dedican a esta editorial. El 90% de lo que publican es material de calidad.
A veces soy reacio a leer obras que tengan una impronta hipster, y perdonen la palabra, millenial. Comencé a leer Doctora Laura con la malicia del lector experimentado y una intención de clavar el veneno en las primeras páginas. Al leer Doctora Laura ¿Dígame?, me di con una obra brutalmente honesta, sensible y muy humana. Este libro dista de ser una obra maestra ya que Nicole Georges peca de torpezas narrativas, pero aún así logra su cometido: dejarnos con la piel de gallina.
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