Chocobar, ni héroe ni víctima, simplemente "gatillo fácil"
No es el centro de esta nota debatir sobre el caso policial en sí, sino sobre las implicancias que puede llegar a tener su tratamiento por parte de la opinión pública y del gobierno nacional. Ni defender a los delincuentes, mucho menos.
El caso del policía Chocobar que disparó a un ladrón que huía luego de haber apuñalado al turista estadounidense podría haberse quedado en el Rashomon que inicialmente parecía que iba a ser, pero ya no es así.
Porque luego de que el Presidente Mauricio Macri, apresuradamente, recibiera y adulara a Luis Chocobar con una enfática felicitación: "Estoy orgulloso de que haya un policía como vos al servicio de los ciudadanos. Hiciste lo que hay que hacer, que es defendernos de un delincuente" apareció el video del momento en que el policía le dispara por la espalda al ladrón.
Y en ese video se ve que no es como dice el presidente, no. El policía no hizo "lo que hay que hacer" sino que simplemente abusó de su fuerza y disparó por la espalda a un presunto (hasta ese momento presunto) delincuente.
Es cierto que estamos cansados de la inseguridad, que roban y matan por un celular, por una cartera, por una bicicleta. Es cierto que hay una capa de la población que vive del delito, armada, amenazante, en las trincheras de la marginalidad, al acecho de lo que honestos ganan con su trabajo y que esa suerte de Morlocks, como los de La máquina del Tiempo, H.G. Wells, está cada día dispuesta a arrebatarse a fuerza de violencia y muchas veces de la vida de las personas honestas, del dinero de los otros, por no tener para sí la noble costumbre del trabajo, o al menos la de la decencia.
Pero una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa.
Macri, quizá por su calidad de ingeniero y no de legista, se apresuró a felicitar a un imputado en un caso que era muy confuso al principio y que gracias al video publicado por Infobae quedaría esclarecido.
El policía dispara por la espalda a un presunto ladrón. Y con esa felicitación a Chocobar, Macri queda parado en una inusitada suerte de "Derecha de la Derecha", porque la Derecha que sólo piensa en 'pequeñeces' como el Riesgo empresarial o la flotabilidad del dólar, esa Derecha es económica, monetaria y social hasta su límite natural económico; pero una Derecha que felicita casos de gatillo fácil, se aleja de la Derecha y se acerca a un temerario laissez faire, laissez passer en materia penal, a la peligrosa conducta del respaldo al abuso de la fuerza.
Un caso de gatillo fácil no es muy complicado de dilucidar con la evidencia en video. En primer lugar, la policía no está para disparar a nadie en la sociedad. Su función es prevenir el delito. En ocasión de flagrancia puede arrestar a un delincuente, y también por una orden judicial.
Pero aunque la sociedad y la opinión pública esté cansada como está, con justa razón, de la abundante y mortal delincuencia, de jueces garantistas que liberan asesinos y violadores reincidentes, de la tremenda injusticia social que ha creado y criado la Doctrina Zaffaronista en la última década, igualmente la policía está para resguardar el orden, no para generar más violencia, más muerte.
Así, no yace en la naturaleza de la Fuerza policial la facultad ni la obligación de matar a un delincuente, salvo en las circunstancias antes descriptas, es decir, en defensa propia o de un tercero, pero siempre en ocasión de flagrancia. Algún abogado especialista podría corregirme aquí, bienvenida será la oportuna ilustración ya que el código habla de esto en el Art. 80, inc. 9 pero como sabemos, son muchos los caminos que conducen a Roma y muchos más los vericuetos leguleyos para sacar a las personas de 'La cuadrada'.
Hay que señalar que, en casos como este, de poca claridad inicial, el Principio de presunción de inocencia se debe encontrar en su punto álgido de vigencia, ya que de otro modo cualquier policía podría disparar a cualquier sospechoso, repudiando con ello la propia razón de la existencia de la Fuerza policial, que -repetimos- es el mantenimiento del orden y no la propulsión de balas como medida sistemática u ocasional contra el delito.
Entonces, la presencia del Estado de Derecho se ve corroída, permeabilizada por actitudes que, en su más fundamental naturaleza, son muy similares, porque apuñalar a un hombre para sacarle una cámara de fotos no es muy distinto que disparar por la espalda a un sospechoso.
Además, ya en el Experimento de la cárcel de Stanford, el profesor Phillip Zimbardo dejó claro que la naturaleza humana (o si se prefiere, nuestra psiquis) tiende al abuso del poder, cuando simplemente interpreta un rol donde detenta cierta autoridad.
No necesitamos más delincuentes que maten por un celular o una cartera, pero tampoco policías que aprieten el gatillo y maten por la espalda a esos delincuentes. Porque eso se aleja de un Estado de Derecho y nos aproxima a un insalubre Far West argentino, a la peligrosa anomia.
@Cesario
Más información:
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16546/texact.htm
https://www.infobae.com/sociedad/policiales/2018/02/02/video-exclusivo-el-momento-en-el-que-chocobar-le-dispara-al-ladron-del-turista-en-la-boca/