14 Junio 2009
AUSENCIA. Gustavo Lazzari afirma que no se discute sobre economía. LA GACETA
"Argentina, la agenda pendiente", es el tema de la mesa panel organizada por la Fundación Konrad Adenauer en la que diserta Gustavo Lazzari, el director de Políticas Públicas de la Fundación Atlas. Y el docente de la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas advierte, en concordancia, que en la Argentina no hay tal agenda ni en el Gobierno ni en la campaña electoral. "De hecho, a los candidatos los conocemos sólo por los programas de humor y de ninguna manera por medio de los programas políticos, donde deberían exponer sus propuestas", desenvaina.
Durante su charla, apela a las metáforas futbolísticas para exponer sus planteos y lo primero que advierte es que en el actual período proselitista no se habla de la economía. "Ese hecho nos coloca frente a dos opciones. O resulta que la economía anda muy bien y entonces la oposición no quiere hablar del asunto, o en realidad nos han achicado las escalas. Es decir, en la escala de mi hijo, yo juego al fútbol como Lionel Messi. De la misma manera, el Gobierno nacional y sus laderos provinciales venden sueños cortos: por ejemplo, el de que en las villas todos puedan comprar televisión y que los chicos vayan a la primaria. Punto. Y si esa va a ser la escala, necesariamente no vamos a estar mal", contrasta.
"Pero en este esquema, el Estado argentino es una suerte de Racing Club, con una larga historia de fracasos y uno que otro acierto aislado. Luego, si comparamos la situación actual con la que se vivía en 2001, también habrá que decir que estamos bien. Del mismo modo, un equipo que gana tres partidos seguidos puede considerarse el Barcelona al lado del equipo de la Academia", ironizó.
Kirchner no lo hizo
Lazzari asevera que la recuperación económica de la Argentina de ninguna manera es obra de Néstor Kirchner. "Por el contrario, crecimos porque el mundo está bien. En 2007, de los 219 países de la Tierra sólo nueve decrecieron económicamente. Complementariamente, entre 2000 y 2006, los precios de los productos básicos como los que exporta la Argentina mostraron un crecimiento del 100% de sus precios. A la par, Europa vive el período de paz más prolongado de su historia: 60 años sin guerras", argumenta.
El economista opina, inclusive, que la Argentina no aprovechó este período de bonanza global tal como debía hacerlo. "Mientras Brasil aprovechaba el período para multiplicar por cuatro el PBI per capita, los Kirchner inscribían a la Argentina en la barra brava del mundo. Y aparecemos junto con Hugo Chávez (presidente de Venezuela) y con Evo Morales (presidente de Bolivia) no sólo en las fotos sino también en el grupo de países que menor inversión extranjera recibió, a diferencia de Chile, de Uruguay, de Costa Rica, de Perú y del ya mencionado Brasil. De hecho, a pesar del mentado crecimiento argentino, en el país todavía hay 14 millones de pobres", cuestionó.
Temas ocultos
Lazzari advierte, además, que en la Argentina tampoco se habla hoy de la coparticipación federal. "Su esquema, hoy, prevé sólo los impuestos que necesita Buenos Aires y, por tanto, es la gran estafa a las demás provincias: si yo tengo que pagar en Tucumán los mismos tributos que cerca del puerto, me quedo cerca del puerto", sentenció.
"Hoy, antes que pregonar la defensa del empleo, hay que pelear para que el Gobierno no lo destruya, por ejemplo, con su política fiscal. En el 30, un argentino producía el 80% de lo que producía un norteamericano. Hoy, esa proporción cayó al 35%", alertó.
Durante su charla, apela a las metáforas futbolísticas para exponer sus planteos y lo primero que advierte es que en el actual período proselitista no se habla de la economía. "Ese hecho nos coloca frente a dos opciones. O resulta que la economía anda muy bien y entonces la oposición no quiere hablar del asunto, o en realidad nos han achicado las escalas. Es decir, en la escala de mi hijo, yo juego al fútbol como Lionel Messi. De la misma manera, el Gobierno nacional y sus laderos provinciales venden sueños cortos: por ejemplo, el de que en las villas todos puedan comprar televisión y que los chicos vayan a la primaria. Punto. Y si esa va a ser la escala, necesariamente no vamos a estar mal", contrasta.
"Pero en este esquema, el Estado argentino es una suerte de Racing Club, con una larga historia de fracasos y uno que otro acierto aislado. Luego, si comparamos la situación actual con la que se vivía en 2001, también habrá que decir que estamos bien. Del mismo modo, un equipo que gana tres partidos seguidos puede considerarse el Barcelona al lado del equipo de la Academia", ironizó.
Kirchner no lo hizo
Lazzari asevera que la recuperación económica de la Argentina de ninguna manera es obra de Néstor Kirchner. "Por el contrario, crecimos porque el mundo está bien. En 2007, de los 219 países de la Tierra sólo nueve decrecieron económicamente. Complementariamente, entre 2000 y 2006, los precios de los productos básicos como los que exporta la Argentina mostraron un crecimiento del 100% de sus precios. A la par, Europa vive el período de paz más prolongado de su historia: 60 años sin guerras", argumenta.
El economista opina, inclusive, que la Argentina no aprovechó este período de bonanza global tal como debía hacerlo. "Mientras Brasil aprovechaba el período para multiplicar por cuatro el PBI per capita, los Kirchner inscribían a la Argentina en la barra brava del mundo. Y aparecemos junto con Hugo Chávez (presidente de Venezuela) y con Evo Morales (presidente de Bolivia) no sólo en las fotos sino también en el grupo de países que menor inversión extranjera recibió, a diferencia de Chile, de Uruguay, de Costa Rica, de Perú y del ya mencionado Brasil. De hecho, a pesar del mentado crecimiento argentino, en el país todavía hay 14 millones de pobres", cuestionó.
Temas ocultos
Lazzari advierte, además, que en la Argentina tampoco se habla hoy de la coparticipación federal. "Su esquema, hoy, prevé sólo los impuestos que necesita Buenos Aires y, por tanto, es la gran estafa a las demás provincias: si yo tengo que pagar en Tucumán los mismos tributos que cerca del puerto, me quedo cerca del puerto", sentenció.
"Hoy, antes que pregonar la defensa del empleo, hay que pelear para que el Gobierno no lo destruya, por ejemplo, con su política fiscal. En el 30, un argentino producía el 80% de lo que producía un norteamericano. Hoy, esa proporción cayó al 35%", alertó.