18 Diciembre 2007
TRANQUILIDAD. El conflicto en torno a Botnia no irrumpió en la cumbre en Montevideo. TELAM
MONTEVIDEO, Uruguay.- Argentina y Uruguay dieron hoy una nueva señal de acercamiento político, cuando sus presidentes cruzaron públicamente cordiales palabras, tras más de dos años de tensas relaciones por la instalación de una polémica planta de pasta de celulosa en un río uruguayo.
Cristina Fernández de Kirchner y Tabaré Vázquez compartieron un estrado durante la reunión de presidentes del Mercosur en Montevideo, donde el mandatario oriental le pasó la presidencia pro témpore del bloque a la flamante jefa de Estado argentina.
La semana pasada, durante su asunción, CFK -por sus siglas- tendió un puente con su colega en medio de la dura crisis diplomática, aunque también lo fustigó con críticas. "Quiero agradecerle a usted y a todo el pueblo uruguayo el afecto y el cariño con el que me han recibido", declaró a la prensa la dama K, mientras Vázquez escuchaba atentamente a su lado.
"En Uruguay usted está en su casa. Ningún argentino es extranjero o extraño aquí, y nos alegra enormemente que nos visite", le respondió él. Desde hace más de dos años, los ambientalistas de nuestro país se resisten a la instalación de la planta de la finlandesa Botnia sobre la costa del Río Uruguay, por temor a que contamine la zona.
Argentina demandó a Uruguay ante la Corte Internacional de La Haya bajo el argumento de que había violado un tratado de protección del río, pero los uruguayos defienden con uñas y dientes una de las mayores inversiones privadas en la historia de su pequeño país.
Finalmente, y ya cerca del mediodía, Vázquez clausuró la XXXIV Cumbre de Presidentes del Mercosur y Estados Asociados. En un breve discurso, el mandatario resaltó que le era muy grato transferir el mando a la hermana Argentina, dos conceptos que adquirieron especial significación. En conclusión, el conflicto en torno a Botnia no irrumpió en la cumbre en Montevideo y los mandatarios intercambiaron señales de distensión. (Reuters-DPA-Especial)
Cristina Fernández de Kirchner y Tabaré Vázquez compartieron un estrado durante la reunión de presidentes del Mercosur en Montevideo, donde el mandatario oriental le pasó la presidencia pro témpore del bloque a la flamante jefa de Estado argentina.
La semana pasada, durante su asunción, CFK -por sus siglas- tendió un puente con su colega en medio de la dura crisis diplomática, aunque también lo fustigó con críticas. "Quiero agradecerle a usted y a todo el pueblo uruguayo el afecto y el cariño con el que me han recibido", declaró a la prensa la dama K, mientras Vázquez escuchaba atentamente a su lado.
"En Uruguay usted está en su casa. Ningún argentino es extranjero o extraño aquí, y nos alegra enormemente que nos visite", le respondió él. Desde hace más de dos años, los ambientalistas de nuestro país se resisten a la instalación de la planta de la finlandesa Botnia sobre la costa del Río Uruguay, por temor a que contamine la zona.
Argentina demandó a Uruguay ante la Corte Internacional de La Haya bajo el argumento de que había violado un tratado de protección del río, pero los uruguayos defienden con uñas y dientes una de las mayores inversiones privadas en la historia de su pequeño país.
Finalmente, y ya cerca del mediodía, Vázquez clausuró la XXXIV Cumbre de Presidentes del Mercosur y Estados Asociados. En un breve discurso, el mandatario resaltó que le era muy grato transferir el mando a la hermana Argentina, dos conceptos que adquirieron especial significación. En conclusión, el conflicto en torno a Botnia no irrumpió en la cumbre en Montevideo y los mandatarios intercambiaron señales de distensión. (Reuters-DPA-Especial)
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