15 Diciembre 2007
MOSCU, Rusia.- Tras suspender su adhesión al Tratado sobre Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (CFE, por sus siglas en inglés), Rusia volvió a advertir contra la instalación de un escudo antimisiles estadounidense en Europa con la amenaza de emprender las medidas correspondientes, informó hoy la agencia Interfax.
"Por nuestra propia seguridad nosotros reaccionaremos de forma correspondiente si se instalan misiles antidefensa estadounidenses en Polonia y un radar en República Checa", dijo hoy el jefe del Estado Mayor ruso, Yuri Baluyevski.
El miércoles entró en vigor la orden del presidente ruso, Vladimir Putin, de suspender el CFE. El comandante en jefe del Ejército dijo que Rusia tenía datos sobre planes para una mayor presencia militar en la frontera sur del país, así como en el lejano este.
A su regreso de una visita a Washington, el jefe de las Fuerzas Armadas rusas acusó a Estados Unidos de seguir el rumbo del enfrentamiento con Rusia a pesar de que ya había concluido la Guerra Fría. Baluyevski advirtió de forma enfática en contra de un
estacionamiento de los misiles antidefensa en Polonia.
Señaló además que un posible lanzamiento de estos misiles contra Irán podría ser considerado por parte rusa como el disparo de un misil atómico intercontinental y provocar una respuesta equivalente.
"Es una cuestión meramente técnica, pero que podría tener repercusión en la seguridad mundial", dijo Baluyevski, quien añadió que a Moscú le preocupa el "potencial de la OTAN" en su frontera norte. Hasta la fecha, Rusia ha tenido una presencia débil a lo largo de los 196 kilómetros de frontera con Noruega.
Moscú exige de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) nuevas negociaciones sobre un nuevo tratado CFE, puesto que el que ha sido suspendido sólo servía a los intereses de la OTAN y de Estados Unidos.
"La moratoria no supone el fin de la historia, pero el diálogo se debe llevar a cabo de forma seria", dijo hoy el viceministro Serguei Kislyak. El objetivo de Rusia es seguir en el control de armamento.
Rusia y Estados Unidos negocian desde hace meses sobre una solución al diferendo sobre el escudo antimisiles, debido al cual se suspendió el CFE. (DPA)
"Por nuestra propia seguridad nosotros reaccionaremos de forma correspondiente si se instalan misiles antidefensa estadounidenses en Polonia y un radar en República Checa", dijo hoy el jefe del Estado Mayor ruso, Yuri Baluyevski.
El miércoles entró en vigor la orden del presidente ruso, Vladimir Putin, de suspender el CFE. El comandante en jefe del Ejército dijo que Rusia tenía datos sobre planes para una mayor presencia militar en la frontera sur del país, así como en el lejano este.
A su regreso de una visita a Washington, el jefe de las Fuerzas Armadas rusas acusó a Estados Unidos de seguir el rumbo del enfrentamiento con Rusia a pesar de que ya había concluido la Guerra Fría. Baluyevski advirtió de forma enfática en contra de un
estacionamiento de los misiles antidefensa en Polonia.
Señaló además que un posible lanzamiento de estos misiles contra Irán podría ser considerado por parte rusa como el disparo de un misil atómico intercontinental y provocar una respuesta equivalente.
"Es una cuestión meramente técnica, pero que podría tener repercusión en la seguridad mundial", dijo Baluyevski, quien añadió que a Moscú le preocupa el "potencial de la OTAN" en su frontera norte. Hasta la fecha, Rusia ha tenido una presencia débil a lo largo de los 196 kilómetros de frontera con Noruega.
Moscú exige de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) nuevas negociaciones sobre un nuevo tratado CFE, puesto que el que ha sido suspendido sólo servía a los intereses de la OTAN y de Estados Unidos.
"La moratoria no supone el fin de la historia, pero el diálogo se debe llevar a cabo de forma seria", dijo hoy el viceministro Serguei Kislyak. El objetivo de Rusia es seguir en el control de armamento.
Rusia y Estados Unidos negocian desde hace meses sobre una solución al diferendo sobre el escudo antimisiles, debido al cual se suspendió el CFE. (DPA)