28 Noviembre 2007
Un joven de 24 años que había tomado más de un litro de whisky mezclado con una gaseosa cola antes de ir a un boliche porteño sufrió una grave descompensación por la que debió ser internado, y falleció pocas horas después en un hospital de Capital Federal.
El hecho se desencadenó entre la noche del viernes y la mañana del sábado, pero recién se supo ayer, según informó la agencia NA. El joven fue identificado como Marcelo Carrillo, estudiante de Periodismo.
El episodio se inició en el boliche The Roxy, en Federico Lacroze y Alvarez Thomas, adonde Carrillo había ido acompañado por dos amigos para presenciar un concierto. Según relataron los otros dos jóvenes a la Policía, antes de salir hacia el boliche, Carrillo había ingerido más de un litro y medio de "whiscola". Cuando quiso ponerse a bailar dentro del boliche se descompensó y cayó al suelo.
Sus amigos llamaron a un servicio médico de emergencias y Carrillo fue trasladado al Hospital Tornú, donde falleció poco después.
Este caso se suma a otros de jóvenes o adolescentes que fallecieron como consecuencia del consumo excesivo de alcohol, drogas o la mezcla de ambas sustancias en boliches bailables o en fiestas privadas.
El último episodio de este tipo que ocurrió en Buenos Aires y que cobró gran notoriedad fue el de una adolescente de 16 años que murió en la puerta del colegio secundario al que asistía, antes de una fiesta de egresados, el 15 de octubre. La menor, que era alumna del Colegio Marianista, falleció aparentemente luego de consumir alcohol y pastillas de éxtasis.
Ante estos casos, en la Legislatura porteña se presentó un proyecto de ley para realizar controles de alcoholemia obligatorios para todos los menores de 18 años que ingresen a fiestas y boliches. El proyecto especifica que los encargados de los locales podrán impedir el ingreso de aquellos que no se sometan a los controles o porten bebidas o medicamentos sin receta.
Un problema prevalente
La jefa del departamento Adicciones del hospital Avellaneda, María Eugenia Almaraz, aseguró que el consumo de alcohol y la costumbre de mezclarlo con diferentes sustancias es un problema prevalente entre los adolescentes y jóvenes tucumanos.
"Hay que tener en cuenta que los jóvenes son, en general, policonsumidores. El whisky causa un estado de intoxicación alcohólica, pero los chicos, cuando salen, suelen tomar varios tipos de bebidas o mezclarlo con otras sustancias, lo que agrava el cuadro", explicó
El hecho se desencadenó entre la noche del viernes y la mañana del sábado, pero recién se supo ayer, según informó la agencia NA. El joven fue identificado como Marcelo Carrillo, estudiante de Periodismo.
El episodio se inició en el boliche The Roxy, en Federico Lacroze y Alvarez Thomas, adonde Carrillo había ido acompañado por dos amigos para presenciar un concierto. Según relataron los otros dos jóvenes a la Policía, antes de salir hacia el boliche, Carrillo había ingerido más de un litro y medio de "whiscola". Cuando quiso ponerse a bailar dentro del boliche se descompensó y cayó al suelo.
Sus amigos llamaron a un servicio médico de emergencias y Carrillo fue trasladado al Hospital Tornú, donde falleció poco después.
Este caso se suma a otros de jóvenes o adolescentes que fallecieron como consecuencia del consumo excesivo de alcohol, drogas o la mezcla de ambas sustancias en boliches bailables o en fiestas privadas.
El último episodio de este tipo que ocurrió en Buenos Aires y que cobró gran notoriedad fue el de una adolescente de 16 años que murió en la puerta del colegio secundario al que asistía, antes de una fiesta de egresados, el 15 de octubre. La menor, que era alumna del Colegio Marianista, falleció aparentemente luego de consumir alcohol y pastillas de éxtasis.
Ante estos casos, en la Legislatura porteña se presentó un proyecto de ley para realizar controles de alcoholemia obligatorios para todos los menores de 18 años que ingresen a fiestas y boliches. El proyecto especifica que los encargados de los locales podrán impedir el ingreso de aquellos que no se sometan a los controles o porten bebidas o medicamentos sin receta.
Un problema prevalente
La jefa del departamento Adicciones del hospital Avellaneda, María Eugenia Almaraz, aseguró que el consumo de alcohol y la costumbre de mezclarlo con diferentes sustancias es un problema prevalente entre los adolescentes y jóvenes tucumanos.
"Hay que tener en cuenta que los jóvenes son, en general, policonsumidores. El whisky causa un estado de intoxicación alcohólica, pero los chicos, cuando salen, suelen tomar varios tipos de bebidas o mezclarlo con otras sustancias, lo que agrava el cuadro", explicó
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